Galicia perdió 12.000 empresas en cuatro años

La economía gallega tendría que crecer por encima del 3% para recuperar el empleo destruido durante la crisis, según coinciden González Laxe, Xoaquín Fernández Leiceaga y Santiago Lago

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Si la crisis económica nos dice adiós de una vez por todas, Galicia enfilará la recuperación con varias piedras en su espalda. La comunidad, que ha hecho bandera de cumplir como nadie las políticas de contención de gasto y las recomendaciones europeas, presenta debilidades que le pueden hacer perder rueda respecto a la economía española. Entre esos factores está la reducción de fondos europeos de convergencia. Galicia afronta, previsiblemente, los últimos años de unas ayudas que fueron clave en la modernización del territorio.

A ello ha que sumar que está afectada por una intensa crisis demográfica y que entre 2009 y 2013 ha perdido 12.000 empresas, según desveló el catedrático de Economía Aplicada y ex presidente de la Xunta, Fernando González Laxe, en el debate Galicia en clave económica, organizado por Economía Digital en colaboración con la Deputación de Lugo y el Grupo El Progreso.

Todavía hay más incertidumbres en el horizonte. El endeudamiento financiero, fórmula a la que recurrió reiteradamente la Xunta de Núñez Feijóo hasta acariciar los 10.000 millones de deuda, tendrá que moderarse para cumplir los compromisos europeos. «El reto del futuro está en cómo obtener ingresos por nosotros mismos», resumió Xoaquín Fernández Leiceaga, director del Instituto Universitario de Estudos e Desenvolvemento de Galicia (Idega) de la Universidade de Santiago de Compostela. Un objetivo que no parece nada sencillo, no sólo por el envejecimiento de la población, sino también por la elevada tasa de paro. Para recuperar el empleo destruido durante la crisis económica, coincidieron González Laxe, Fernández Leiceaga y el director del Foro Económico de Galicia, Santiago Lago, la economía gallega tendría que crecer por encima del 3%. La previsión de la Xunta para 2015 es un crecimiento del 2%.

¿Tenemos un plan?

Ese es el escenario para nada halagüeño que dibujó la jornada celebrada este jueves en la Deputación de Lugo. Pero el debate mira tanto al futuro como al pasado y puso propuestas sobre la mesa. González Laxe planteó el reto de que Galicia no se descuelgue de la recuperación y converja en progreso económico y social con España. «Hay futuro» pero para el ex presidente de Puertos del Estado pasa por acometer «grandes reformas».

En concreto, González Laxe detectó un proceso de desindustrialización en Galicia, donde el peso de la industria es inferior a la media española. Por este motivo, explicó, la comunidad no fue capaz de dar un vuelco a su modelo productivo ni ha mostrado capacidad para detectar mercados emergentes.

En este sentido, aboga por rehuir la inversión especulativa y favorecer la productiva. La industria representa también la posibilidad de poner en valor el capital humano, la inversión en tecnología y educación, entre otros aspectos. Para potenciar este cambio de paradigma sobre las ruinas de la burbuja inmobiliaria, pide un plan de futuro que persiga objetivos claros y concretos: «Todo aquel que no tenga esta visión a largo plazo difícilmente va a resolver los problemas del país», zanjó.

¿Queremos ser Suecia o queremos ser Turquía?

Coincidente en el diagnóstico, Xoaquín Fernández Leiceaga realizó un discurso arriesgado que partió de la constatación de la triple crisis que, a su juicio, sufrió España: una crisis financiera, una crisis de la economía real y una crisis del sector público. Para el director del Idega, «la derecha solo afrontó la recuperación desde la reducción de gastos operativos», las políticas de austeridad que «favorecieron las exportaciones», pero dejaron de lado los estímulos a la productividad y el consumo. «Hay dos estrategias: hay una que nos lleva a ser Turquía y otra que nos lleva a ser Suecia», afirmó el Doctor en Ciencias Económicas.

Leiceaga urgió a la Xunta a liderar proyectos para competir en Europa por ayudas públicas, teniendo en cuenta que «muchos de los factores que favorecieron la modernización de Galicia los últimos 25 años, han desaparecido». Entre ellos están las inyecciones de fondos europeos, el trasvase de trabajadores del rural a la industria y la mejora de competitividad en la economía agraria.

Finalmente, destacó el Eixo Atlántico como «el principal núcleo de dinamización económica» de Galicia, capaz incuso ejercer como revulsivo para las comarcas del interior.

Hacia una sociedad con más desigualdades

Finalmente, Santiago Lago, Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, coincidió con González Laxe en reclamar reformas e hizo un análisis especialmente duro de los siete años de crisis económica. Para Lago, toda solución ha pasado por un «proceso de adelgazamiento del gasto muy duro para la ciudadanía» que ahora, en los primeros brotes verdes, no ve todavía compensado ese esfuerzo.

Apuntó dos problemas clave en el arranque de la recuperación. Por un lado, la desigualdad. «Solo Letonia tiene una renta más desigual que España», destacó. Y lo atribuyó no sólo a la alta tasa de paro, sino también a la «precarización» del trabajo remunerado. Del mismo modo, consideró que Galicia sufre mayores debilidades que el resto del Estado ya que por su estructura demográfica es «más dependiente» y «tiene mayores necesidades de gasto».

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