Galicia no da con la tecla para sacar partido al turismo

Galicia es una de las comunidades con más atractivo turístico, sin embargo los precios por pernocta son de los más bajos de España

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El turista que viene a Galicia está acostumbrado a gastar poco, a pesar de ser una de las comunidades con mayor atractivo. Según el indicador de rentabilidad del sector hotelero del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tarifa diaria en un hotel el pasado mes de julio se situó en Galicia en el entorno de los 63,18 euros, mientras que la media nacional alcanzó los 101,04 euros, un 60% más.

El sector supone el 12% del PIB y el 13% del empleo. Sin embargo, entre enero y julio de este año, Galicia se situó como segunda comunidad con menor ingreso por habitación y día, solo por delante de Castilla-La Mancha (21 euros de media en Galicia frente a los 55 de la nacional).

Turismo de peregrinos y cruceristas

Santiago y el Xacobeo tienen un tirón innegable, pero los peregrinos tampoco son de los que más dinero se dejan. De hecho, el pasdo mes, el gasto medio por turista descendió en la capital gallega dos euros –de 53 a 51 euros, según Cetur– a pesar de expedirse más Compostelas que nunca.

Por los puertos de Vigo y A Coruña entran miles de cruceristas, pero ambos siguen sin establecer rutas fijas y, lo más importante, sin ser puerto de salida de cruceros, una circunstancia que garantiza a los hoteles de estas urbes al menos una pernocta en la ciudad de todo el pasaje, con el consiguiente gasto.

Este lunes, en el marco de la iniciativa Empty Coruña?, que se desarrolla en la Universidade da Coruña (UDC) y que tiene por objeto solver la desconexión entre a demanda y la provisión de nueva edificación y acabar con los cientos de edificios abandonados y en ruinas que pueblan el centro de nuestras ciudades, Marcelino Fernández Mallo incidió sobre esta cuestión.

Estructura excesiva

En el transcurso de una mesa redonda, el economista y escritor señaló que en el caso de A Coruña “se apostó por una ciudad turística y se creó una infraestructura que parece haber excedido notablemente la capacidad de atracción”, con dieciocho hoteles de cuatro y cinco estrellas donde hace tres décadas se contaban con los dedos de una mano.

El problema no es tanto de cantidad, sino de calidad y precio. Para Mallo, resulta “aberrante” lo poco que se paga por habitación “cuando somos la cuarta comunidad en atractivo real, de valor”. Cree que esto se debe a que el actual Ejecutivo de la Xunta “no tiene un plan integrado de lo que estamos ofreciendo más allá del Xacobeo”.

El disparate de la vivienda

“Si subimos los precios, no deja de venir la gente”, afirma el economista. Una máxima que también vale para los más de 400 pisos vacíos inventariados en A Coruña, que son fruto de un “proceso absolutamente viciado” que conlleva que, ante la demanda de viviendas nuevas por parte de la gente joven, se construyan más inmuebles en nuevas zonas de la ciudad.

El “disparate” está en que no se van a los pisos viejos y no se produce una sustitución de residentes, como ocurre en muchos otros países de Europa”. Además, esto obliga al municipio a dotar de infraestructuras otras zonas de la ciudad y abandonar las del centro.

En cuanto a si la situación actual puede degenerar en una burbuja, Mallo lo tiene claro: “El mercado local, con un 18% de viviendas vacías en Galicia, no necesita otra burbuja porque sigue existiendo”. “Estamos levantando una burbuja sobre otra burbuja y no aprendemos”, lamenta.

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