Escotet planea conservar R, Elcano, Itínere, CLH, Monbús y grandes filiales

El nuevo propietario de Novagalicia diseña un plan de enajenaciones más suave, que incluye la puesta en valor de las participadas rentables

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El financiero Juan Carlos Escotet y su flamante equipo ya tienen la hoja de ruta para la reordenación de la cartera de participadas de lo que hasta ahora se conoce como Novagalicia, integradas en la corporación industrial. Y, tras lograr que Bruselas suavizase las condiciones de desinversión, al exigir inicialmente ventas masivas incluso con enajenaciones que implicasen minusvalías, el nuevo proyecto de NCG pasa por poner en valor las filiales más rentables, al tiempo que procederá a vender aquellos paquetes accionariales en función de las oportunidades del mercado. Sobre la mesa se encuentra el plan de retener las grandes participadas, entre ellas las cotizadas en Bolsa, que generan dividendos para el banco.

Escotet ha recurrido desde que llegó a Galicia a la metáfora de las bodegas de Oporto para ilustrar lo que no debe ser un banco. Pero de ahí a malvender participaciones hay un trecho. Y así lo ha hecho saber en más de una ocasión. El nuevo propietario del banco ya conoce al dedillo la cartera de participadas, un total de 173 empresas de lo más variado. El objetivo es su puesta en valor.

De R a Elcano

Entre las empresas que el nuevo banco considera claves en el esquema futuro se encuentra la operadora de cable R, de la que tiene un 30% del capital. También está la naviera Elcano, controlada por el grupo Nosa Terra XXI, del empresario José Silveira, o Monbús, segundo operador nacional del transporte tras la compra de la antigua Castromil.

El 5% de CLH, según fuentes del entorno de la entidad financiera, es otro de los activos a retener, pese a que este mismo año fondos norteamericanos han mostrado su interés por el paquete, como adelantó Economía Digital, y a que la cúpula de la Compañía Logística de Hidrocarburos da por hecho inminentes cambios accionariales. Sin embargo, la eventual enajenación del 5% de CLH está muy por debajo de los 171 millones que pagó Caixanova en 2007 por ese paquete.

Ventas con plusvalías

Es precisamente el de las minusvalías latentes uno de los aspectos que más se están cuidando, con el objetivo de no vender participaciones a pérdida. Y hay precedentes recientes de malas operaciones en el seno de la corporación. Uno de ellos es Sacyr, el grupo constructor. A lo largo de 2012 y a través de varias colocaciones en Bolsa, Novagalicia lleva a cabo la enajenación de 15,3 millones de acciones de Sacyr. “La pérdida generada por esa operación”, según explicaba en su memoria de 2013, “ascendió a 50,9 millones de euros”.

La salida del capital de Enerfín-Enervento también produjo cierto quebranto. Tras una operación de escisión de dicha empresa, dedicada a la energía eólica y que NCG compartía con el grupo Elecnor, se produce la salida de su capital por parte del banco, con la venta de un paquete del 30% de la sociedad Enerfín-Enervento Exterior. En ese caso, la pérdida generada ascendió a 420.000 euros.

El caso de Itínere

Otra de las participadas de Novagalicia que valora el nuevo equipo gestor es Itínere, la propietaria de Audasa, la concesionaria de la Autopista del Atlántico. Sacyr, Novagalicia, Liberbank y Kutxa intentaron ya el año pasado hacer líquida su participación conjunta del 45% de Itínere, cuyo accionariado está dominado por el fondo norteamericano Citi en un 54%.

Novagalicia posee el 23,8% del capital de Itínere, seguido de Sacyr, que tras colocar numerosos paquetes en el pasado defiende todavía un 15,45%. Sólo los bancos poseen una participación total del 30,5% que estarían buscando vender, lo que contrasta con los planes expuestos por Escotet. Sin embargo, las condiciones de mercado pueden precipitar la enajenación.

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