El número de comercios desciende por tercer año consecutivo en la Comunidad

El sector minorista amortigua la caída pero no logra evitar el cierre de otros 126 establecimientos por la crisis en 2010

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La crisis económica sigue cebándose con el pequeño comercio. Por tercer año consecutivo, el número de tiendas minoristas de la Comunidad Valenciana ha descendido. De las 68.376 del año 2009 se ha pasado a 68.250 durante el pasado curso, según los datos de Pateco, la oficina para el análisis de la actividad económica de las Cámaras de Comercio valencianas.

Estas cifras suponen un descenso del 0,2%, si bien, al menos, se logra amortiguar la caída libre iniciada el año anterior, cuando la Comunidad Valenciana perdió casi el 9% de sus comercios en tan sólo doce meses.

Desde el año 2007, cuando el número de comercios minoristas valencianos superó los 76.000 por primera vez, la tendencia siempre ha sido a la baja. En 2008, desaparecieron casi el 2% de los pequeños comercios y, en 2009, vino la debacle absoluta, con un descenso del 9% y unos 6.500 establecimientos menos.

En 2010, la tendencia se ha amortiguado pero sigue en descenso, mientras las calles de las principales ciudades valencianas se llenan de comercios cerrados y los inquietantes carteles de “Se vende”, “Se alquila” y “Se traspasa”.

Barrios altos en horas bajas

En Valencia capital, por ejemplo, la situación es especialmente grave en algunos puntos como el barrio del Cabanyal, cuya degradación ha fulminado la presencia del pequeño comercio.

La construcción del nuevo Hospital La Fe y, por tanto, la progresiva desmantelación del antiguo centro de Campanar también está afectando a este barrio, donde el cierre masivo de comercios resulta muy visible. Incluso, el todopoderoso Nuevo Centro, con El Corte Inglés a la cabeza, está notando los efectos del cierre del hospital.

Otros zonas de la capital valenciana con problemas son el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde la burbuja inmobiliaria ha dejado muchos pisos vacíos y la mayoría de tiendas en quiebra, mientras esperan unos vecinos que nunca llegan.

Una buena foto de esta situación es la confluencia de la avenida Baleares con Cardenal Benlloch, donde en apenas 50 metros cuadrados conviven los locales cerrados y desocupados del prestigioso restaurante vasco de lujo Eguzki, la antigua sede de El Mundo en la capital valenciana y una oficina de Bancaja clausurada tras la conversión a Bankia. Eran, sin duda, otros tiempos para el barrio.

Una tasa del 23,65% de paro

La caída del pequeño comercio valenciano coincide con el periodo 2007-2011, es decir, con la crisis económica global. Las Cámaras de Comercio apuntan que, en este periodo, la tasa de paro ha llegado al 23,65% en la Comunidad –casi tres puntos por encima de la media española-, con un nivel de destrucción de empleo de 239 puestos diarios.

Esta situación ha tenido una repercusión directa sobre la actividad comercial, cuyo volumen de facturación se ha reducido el 16,4% durante el mismo periodo.

El recorte más drástico de ventas se ha producido en el comercio minorista, lo que ha llevado al cierre de 8.137 establecimientos desde 2007, es decir, casi un 11% de toda la oferta comercial.
 
En materia de superficie comercial, la Comunidad Valenciana ha perdido el 15,7% en los últimos cuatro años, pasando de 8,2 millones de metros cuadrados a no alcanzar ni siquiera los siete millones.

Las Cámaras de Comercio señalan que los establecimientos minoristas empezaron a sufrir realmente los efectos de la crisis a partir del segundo trimestre de 2008. Desde ese momento, los cierres y reducciones del negocio han supuesto una destrucción de casi 22.000 puestos de trabajo, lo que representa una disminución del 10%.

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