El grupo industrial de Abanca logra los primeros beneficios de su historia: 215 millones

La venta de R saca de los números rojos a la corporación empresarial, que maneja más de 1.500 millones en activos y que fue un quebradero de cabeza para Novagalicia

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El prolongado plan de saneamiento de la corporación industrial de Abanca, sometida a una severa dieta de venta de activos, ha dado por fin algo de fruto. El holding que maneja las participaciones en empresas y que tienen como origen la división empresarial de Caixa Galicia, ha logrado los primeros beneficios de su historia, cerrando ejercicio con un resultado positivo de 215 millones.

Desde el proceso de fusión y bancarización de las cajas, cuando la sociedad pasó a denominarse CXG Corporación Novacaixagalicia y, posteriormente, NCG Corporación Industrial, el holding estuvo siempre en números rojos. Y generó un agujero notable. Perdíó 40,9 millones en 2011 y 764 millones al año siguiente. En 2013 presentó números rojos de 263 millones y en 2014 volvió a perder más de tres millones.

La venta de R disparó los beneficios

Esta deriva estuvo acompañada de una larga lista de desinversiones exigidas por Bruselas y de una reestructuración que activó José María Castellano para intentar cerrar la herida del brazo industrial del banco, un enorme conglomerado que a 31 de diciembre del año pasado todavía manejaba 1.554 millones en activos.

El proceso de adelgazamiento, así como el traspaso de los activos tóxicos del ladrillo a la Sareb, allanó mucho el camino para que Abanca se embolsase los primeros beneficios de la corporación industrial. La venta de R a Euskaltel fue la clave del positivo balance de la división industrial, pues generó un beneficio consolidado, según consta en la memoria de Abanca, de 203,9 millones.

El grueso de la participación en la operadora gallega estaba en Caixanova Invest, el holding industrial que creó Julio Fernández Gayoso en la caja del sur, pero la sociedad fue liquidada, traspasando la participación a Abanca Corporación Industrial.

Continúan las desinversiones

A la operación de R hay que sumar la de los parques eólicos asociados a Galenova y TH Eólica de Xinzo y Paraño, que adquirió el grupo de Honorato López Isla, Smartener. La operación reportó 2,7 millones de beneficio y la corporación industrial tenía la participación de TH Eólica.

Lo mismo sucedió con Cafento, el grupo fundador de Café El Gallego. Abanca heredó un 15% del capital en manos de su fondo de capital riesgo Inver Caixa Galicia. Tras la venta de la participación, el fondo al igual que la gestora de capital riesgo Gescaixa, fueron liquidados, transmitiendo su patrimonio a la corporación industrial.

El ladrillo

José María Castellano, en su etapa al frente de Novagalicia, separó de la corporación la división inmobiliaria, que se concentró en una nueva sociedad que actualmente se denomina Abanca Corporación División Inmobiliaria.

El grupo dedicado al ladrillo continúa en números rojos tras cerrar ejercicio con 8,6 millones en pérdidas. El año anterior, el resultado negativo fue mucho más abultado, alcanzando los 118 millones en pérdidas.

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