El Ecofin no descarta el impago parcial de Grecia 

El ministro de finanzas italiano, Giulio Tremonti, ha abandonado la reunión de Bruselas. Regresa a Roma para concretar el nuevo plan de ajuste del país, valorado en 48.000 millones de euros

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Los países de la eurozona ya no excluyen el impago parcial de la deuda de Grecia como parte del segundo plan de rescate que preparan para Atenas. Los ministros de economía de la Unión Europea (UE) están reunidos este martes para definir el futuro del país helénico y ofrecer elementos que tranquilicen a los mercados con el fracaso de la reunión de urgencia convocada por Van Rompuy como telón de fondo.

Según ha asegurado el ministro de finanzas holandés, Jan Kees de Jager, al entrar en la reunión, el Eurogrupo hace oídos sordos a los avisos del Banco Central Europeo (BCE) y tiene esta posibilidad encima de la mesa. «El BCE ha dicho que reafirma su posición, pero los 17 ministros ya no la excluyen, así que tenemos más opciones con las que trabajar».

Cabe recordar que la institución presidida por Jean-Claude Trichet se opone a cualquier quiebra parcial de Grecia y avisa de que esta opción desencadenará un efecto contagio al resto de países de la eurozona similar al provocado por la caída del banco estadounidense Lehman Brothers en 2008.

Dos voces en Europa

En la última reunión del Ecofin, celebrada el pasado dos de julio, los ministros se comprometieron a lograr una contribución de la banca al segundo rescate que permitiera «una reducción sustancial de las necesidades de financiación anuales de Grecia, evitando un impago parcial». Pero De Jager ha señalado que «decir que por un lado que queremos una participación sustancial del sector privado y por otro evitar en todo momento un impago parcial es contradictorio».

De hecho, ahí está el problema de fondo en la UE. Existen dos voces enfrentadas sobre el futuro de Grecia: el BCE por un lado y Alemania y Países Bajos por el otro. Esos dos países apuestan por instar a las entidades europeas a renegociar sus deudas con Grecia mirando con buenos ojos los cargos. Aunque las agencias de rating ya han avisado que si se aplica alguna quita se estará reconociendo el default del país y tendrán que bajar aún más la calificación.

Mientras, el BCE pide buscar otra fórmula de rescate. Tal como dice la declaración aprobada por el Eurogrupo la madrugada del lunes, la institución «confirmó su posición, reafirmada por su consejo de gobierno, que debe evitarse un impago parcial o un evento de crédito» que desencadene los seguros frente al impago de la deuda (credit default swaps). El acuerdo se retrasará probablemente hasta septiembre pese a la inestabilidad de los mercados.

Nuevo plan de ajuste para Italia

Por otro lado, el Ecofin ya ha tenido un primer nombre propio: Giulio Tremonti. El ministro de finanzas italiano ha abandonado la reunión de Bruselas y ha regresado de urgencias a Roma, donde el Gobierno de Silvio Berlusconi prepara un nuevo plan de ajuste económico del país valorado en 48.000 millones de euros. Se conoce la cantidad, pero no hay consenso en el contenido.

«Hemos trabajado mucho y ahora el debate continúa sobre otros temas. Yo vuelvo a Roma para cerrar las medidas presupuestarias», ha manifestado Tremonti al abandonar Bruselas. Los medios de comunicación italianos esperan que se concrete este jueves. Mientras, el parquet italiano continúa en rojo.

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