El Covid borra dos millones de pasajeros de los aeropuertos gallegos

El aeropuerto de Vigo sumó más pasajeros en septiembre del año pasado que en los últimos siete meses; Santiago pierde más de un millón de viajeros

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Tras un comienzo de ejercicio prometedor para los aeropuertos de A Coruña y Santiago, la irrupción del coronavirus ha echado por tierra cualquier expectativa en las terminales gallegas, que, una vez superado el verano, registran caídas en el volumen de pasajeros próximas al 65%.

Las restricciones de movilidad, el propio temor de los viajeros a desplazarse y la decisión de las aerolíneas de eliminar enlaces para sobrevivir a la pandemia han hundido las cifras en todas las instalaciones. El retroceso de media en España es del 69,7% hasta septiembre. En Galicia el comportamiento es un poco mejor dentro del desastre.  El aeropuerto Rosalía de Castro perdió un 65,3% de su tráfico; Peinador, un 68,9%; y Alvedro, un 64,7%.

Los datos difundidos este martes por Aena permiten escrutar el impacto del Covid-19 incluyendo también el periodo estival. El resultado es que entre marzo, cuando comienza el confinamiento, y septiembre, los aeropuertos gallegos perdieron más de dos millones de pasajeros respecto al año anterior, en el que habían marcado un récord de usuarios.

En concreto, el aeropuerto de Santiago recibió 340.499 pasajeros entre marzo y septiembre, frente a los 1,6 millones de 2019. Por las instalaciones coruñesas de Alvedro pasaron 105.773 viajeros, cuando hace un año lo hicieron 728.000. En Vigo, el coronavirus dejó en 85.278 los pasajeros que un año antes habían alcanzado los 556.000. De hecho, Peinador sumó menos tráfico en estos seis meses que en septiembre del año pasado.

Entre todos los aeropuertos gallegos han perdido 2,4 millones de pasajeros respecto a 2019.

El turista español no viene en avión

Aunque el turismo está resistiendo mejor en Galicia que en el resto de España el golpe de la pandemia, buena parte de su resiliencia se debe al visitante español y al propio turista gallego que decidió quedarse en la comunidad durante las vacaciones.

 Los viajeros internacionales no han sido tradicionalmente un gran caladero para Galicia y con el coronavirus la llegada de extranjeros se ha reducido todavía más, lo que penaliza también a los aeropuertos.

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