¿El banco le ofrece una carencia en la hipoteca? ¡Ojo con los peligros!

La carencia de capital es un alivio momentáneo pero no una panacea, que debe ser contratado con plena consciencia de su carácter temporal

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Este es el problema con que se encuentran muchos hipotecados en la actualidad: firmaron el préstamo pensando que su situación económica sería estable durante años, pero ahora la cuota mensual a la que se comprometieron les resulta impagable.

Y al hablar con el banco, éste les propone una carencia de capital, que en general dura dos años, asegurándoles que a partir de ahora pagarán aproximadamente la mitad de la cuota, lo que es totalmente cierto. Pero, ¿qué obtiene el banco a cambio? ¿En qué consiste el acuerdo? ¿Y qué desventajas conlleva para el hipotecado?

Gracias a la carencia, la cuota mensual de una hipoteca puede abaratarse muchísimo, hasta la mitad, porque sólo se pagan intereses y no se amortiza nada de capital. Pero ello significa que la deuda con el banco no se reduce y, cuando pasen esos dos años, seguirá debiéndose el mismo dinero que hoy, a pesar de haber pagado una cantidad todos los meses. Estamos alargando la hipoteca y aumentando el coste total del préstamo.

Ejemplo de carencia

En el caso de una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años con un interés de euríbor 1%:

Hipoteca de 150.000 € Devolveremos al banco… Intereses pagados Coste de la carencia
25 años sin carencia 181.285 € 31.285 €  0
Carencia al primer año de hipoteca 185.665 € 35.665 € 4.380 €
Carencia al quinto año de hipoteca 185.014 € 35.014 € 3.729 €
Carencia a los diez años de hipoteca 184.139 € 34.139 € 2.854 €

*Suponiendo que en los próximos 25 años el euríbor se mantenga estable al valor actual (0,562%).
**Durante los primeros años de hipoteca se pagan más intereses que capital. De modo que es el periodo en que la carencia sale más cara.


Desventajas de la carencia
  • Aumenta el total a pagar.
  • La hipoteca se alarga dos años.
  • Resulta más cara cuantos más años de hipoteca queden por pagar.
  • Después de esos dos años de «gracia», la cuota vuelve a ser la que era de repente, de un mes a otro.

Consejos antes de aceptar

  • Hablar con el banco para llegar a otra solución menos cara como, por ejemplo, alargar el plazo de la hipoteca.
  • Si creemos que nos recuperaremos económicamente antes de los dos años, podemos pedir una carencia de un plazo inferior al ofrecido por el banco. O preguntar si, en caso de aceptar dos años de carencia pero recuperarnos antes, podremos volver a la cuota normal cuando queramos, para evitar pagar intereses de más.
  • Hay que ser muy consciente de que, después de 24 meses, la cuota volverá a ser la que era, sin más tiempo ni ningún preaviso, por lo que debemos usar esos 24 meses para recuperarnos económicamente o, al menos, ahorrar para poder pagar a partir del mes 25.

En definitiva, la carencia de capital es un alivio momentáneo pero no una panacea, que debe ser contratado con plena consciencia de su carácter temporal. El hipotecado, entonces, debe usar ese «paréntesis» de menor pago para recuperarse económicamente y volver a ser capaz de llevar al día el pago de la deuda contraída.

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