El agujero presupuestario que Rajoy ignora equivale al triple de lo que gasta en becas universitarias

El informe de la Comisión Europea sobre España señala que faltan por cuadrar 3.000 millones este año y 7.000 más el próximo. Los ingresos del ejercicio 2016 están inflados en prácticamente otros 7.000 millones

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Los técnicos de la Comisión Europea (CE) calculan que los presupuestos españoles (PGE) cerrarán este año con un agujero de 3.000 millones y de otros 7.000 el próximo. El desfase que se acumulará será, por tanto, de 10.000 millones, el 1% del producto interior bruto. Para valorar la cifra, ésta se puede comparar con la partida de becas prevista por el Gobierno durante ambos ejercicios: 1.472 millones por año ya que, además, está congelada.

El Ejecutivo habrá consumido, de este modo, 2.944 millones a 31 de diciembre de 2016 en ayudas a los estudiantes. Prácticamente un tercio del desajuste que denuncia Bruselas y que Mariano Rajoy ignora.

Los 10.000 millones que la rama ejecutiva de la Unión Europea no encuentra en los PGE –suponen también a una cuarta parte la masa salarial que España ha volatilizado en cuatro años— no son la única desviación. El importe sólo afecta al déficit. En el capítulo de ingresos tampoco salen los números. Este año se cerrará con 2.000 millones menos; el ejercicio de 2016 estaría inflando en 5.000 millones, según fuentes comunitarias.

«España siempre cumple», dice De Guindos

La desviación en términos de PIB equivale al 0,2% y al 0,5%, respectivamente. El ministro de Economía, Luis de Guindos, es, por ahora, el único miembro del Ejecutivo que defiende los presupuestos españoles. Asegura que el país «siempre acaba cumpliendo», pero no da detalles sobre cómo corregirá los dos defectos que la CE detectó.

El comisario Pierre Moscovici está tan seguro de sus cálculos, que quiere revisar «tan pronto como sea posible» las cuentas enmendadas por Madrid. Pero, ¿es grave el desfase? Miembros del Colegio de Economistas señalan, a título individual, que la situación se puede reconducir sin demasiados quebraderos de cabeza para Rajoy. Por ejemplo, el mejor comportamiento de los mercados podría aliviar el capítulo de costes financieros durante 2016. Ese ahorro en intereses podría ser suficiente.

En los PGE se contempla una prima 30 puntos superior a la cotización de este martes. Bruselas, que también considera la opción, señaló el lunes que el Gobierno no supo aprovechar este año las «ganancias inesperadas», como la reducción de los tipos de interés de meses atrás. Hay margen para la duda y el escenario que maneja la CE, que comparte cama con el Banco Central Europeo, contempla que la financiación se encarezca.

¿Nuevos recortes?

La comunidad económica, sondeada por este medio, parece descartar nuevos recortes. Sin embargo, los PGE acumulan un rosario de envites por parte de auditores ajenos al Gobierno. Quien levantó la primera voz de alarma fue el servicio de estudios de BBVA. Tardó exactamente un día en desmontar las cuentas de Rajoy y, cómo Bruselas, señaló que el problema es el «optimismo» (estado de ánimo en el que caen siempre los políticos en época electoral).

En el universo paralelo del debate parlamentario, la ley presupuestaria sigue su curso. Este martes se aprueba en el Senado. Volverá la próxima semana al Congreso para su visto bueno definitivo.

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