El abogado de las prejubilaciones millonarias de las cajas: «No conocía las cuantías»

"Si esto me lleva a una condena, que baje Dios y lo vea", argumenta durante la declaración en la Audiencia Nacional el letrado Ricardo Pradas

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«No entro en el elemento cuantitativo porque Ricardo Pradas Montillas no ha tenido conocimiento de las cuantías de los salarios ni tampoco de las liquidaciones por prejubilación», ha dicho hablando en tercera persona y sobre sí mismo el letrado que asesoró a los ex directivos de Novacaixagalicia en el caso de las millonarias indemnizaciones que percibieron cuatro directivos de la entidad. Así se ha pronunciado en la primera sesión del juicio que la Audiencia Nacional celebra desde este lunes contra cuatro altos cargos que se adjudicaron indemnizaciones por valor de 18,9 millones de euros y contra el expresidente de Novacaixagalicia, Julio Fernández Gayoso, y él mismo por cooperar para que los ejecutivos cobraran esa cantidad en plena crisis de las cajas.

Pradas Montilla ha defendido que estas retribuciones eran legales y que él siempre actuó con «pulcritud jurídica» para defender los intereses de la entidad a la que representaba. «Si esto me lleva a una condena, que baje Dios y lo vea», ha dicho.

La primera vez que veía los contratos 

En un interrogatorio, que se ha prolongado durante más de tres horas, el acusado ha explicado que su labor consistía en prestar «asesoramiento global» a la entidad y examinar los borradores de los contratos, cuyo redactado final, según ha dicho, ha visto por «primera vez» en la sesión del juicio. «Siempre actué en representación de la entidad, nunca en representación de ninguno de los directivos. ¡Hombre, por favor!», ha respondido a la fiscal Pilar Melero.

Dicho esto, ha aseverado que los directivos de la caja fusionada «podían prejubilarse aun no cumpliendo con el requisito de edad» y recibir el dinero de una tacada o fraccionado en varios pagos, como hizo Ángel López-Corona, con una categoría similar a la de los acusados y quien, a diferencia de ellos, optó por no recibir su indemnización de 2,2 millones de una sola vez. «Yo no soy el dueño de los dineros, no decido quien recibe o quien deja de cobrar», ha precisado

El abogado ha explicado que los altos directivos estaban «inquietos» sobre su futuro en la nueva entidad y que informó a la Comisión de Retribuciones de que tenían derecho a extinguir su relación laboral en agosto de 2011 y optar, en ese caso, por una prejubilación. «Sigo manteniendo que no es una cláusula de blindaje, sino una liquidación de prejubilación y si esto me lleva a una condena, que baje Dios y lo vea», ha proseguido Pradas, que ha defendido haber actuado con «pulcritud jurídica» y que ir «más allá es buscar tres patas al gato».

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