Diferencias entre los accionistas gallegos de NCG para acordar una posición común contra el Frob

Al menos, existen cuatro posturas distintas entre los empresarios, que siguen negociando

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Este jueves varios de los principales responsables del núcleo de accionistas minoritarios de NCG volvió a reunirse. La cita sirvió para dejar claro que existen diferencias en el seno del grupo en cuanto al camino que deben llevar sus reclamaciones. Al encuentro asistieron responsables del antiguo grupo gallego del cable, y de empresarios como Roberto Tojeiro (Gadisa), Manuel Añón, Manuel Jove (Inveravante), que se suman a la familia Somoza (transportes Akzar), Jesús Alonso (Jealsa), Manuel Gómez Franqueira (Coren) y la familia Rivera (Hijos de Rivera), también accionistas.

Hace aproximadamente un año, un total de 17 empresarios gallegos decidieron invertir en NCG algo más de 70 millones de euros. En total se hicieron con el 2,59% de la entidad. Con esta inversión esperaban comenzar un proceso que sirviese para recuperar la entidad, entonces ya en manos del Frob mayoritariamente. Sin embargo ahora, con una nueva reestructuración bancaria a la vuelta de la esquina, las cosas pintan bien distintas.

Los empresarios pueden no solo perder su representatividad en el banco tras la nueva inyección de capital, si no que tendrán que asumir muy posiblemente parte de las pérdidas, tal y como se explicita en el último decreto de Luis de Guindos. Esta situación ha motivado una suerte de rebelión contra el Frob, al que acusan de haberlos ‘engañado’ al saber la situación de la entidad. Sin embargo, en el seno de este grupo de inversores no todo el mundo piensa igual. De hecho, al menos hay cuatro posturas diferenciadas.

Reclamación al Frob

Las posiciones oscilan entre los que quieren presentar una reclamación judicial al Frob, como accionista mayoritario de NCG, como último paso a una negociación que se antoja muy complicada ante los requisitos que ha marcado Bruselas para la recapitalización. En este grupo, según diversas fuentes, se encontraría Manuel Añón, que posee un 1% de la entidad, y Roberto Tojeiro, que invirtió un total de 10 millones del total.

Por otro lado, se encuentran quienes consideran que los pasos que se han dado hasta ahora son erróneos, por cuanto, lejos de airear el problema, lo que hay que buscar es una solución política al conflicto accionarial. Según indican fuentes del grupo, los defensores de esta línea sostienen «que fue desde estamentos políticos» desde donde se cursó, extraoficialmente, la invitación para participar en el proyecto cuando José María Castellano, presidente de Novagalicia, inició los contactos para la recapitalización. En esta situación estarían empresarios como Jesús Alonso (Jealsa), exalcalde de Boiro por el PP. De momento, desde la Xunta ya se han apresurado a manifestar que esperan que tanto el Frob como los inversores lleguen a un acuerdo. Y es que el propio presidente Feijóo fue pieza clave en la búsqueda de inversores del país para el banco.

Conflicto político

Roberto Tojeiro, uno de los más beligerantes hasta ahora, también aceptó en su día la llamada de la Xunta para participar en NCG, después de que un año antes, en 2010, fuera la Administración gallega la que salió en su ayuda en Reganosa, cuando la planta gasista estuvo a punto de caer en manos de capital australiano. El titular de Industria, Javier Guerra, apoyó finalmente a Tojeiro para blindar el capital de la compañía tras la salida de las cajas de ahorro de su capital. De ahí que en la recapitalización de NCG invirtiese hasta 10 millones de euros, que se pueden ver reducidos a nada si finalmente se opta por una operación acordeón. Con una ampliación de capital, al menos, los empresarios también podrían acudir a la misma, con lo que no verían diluida su participación.

Existe una tercera postura, la más derrotista de cuantas se escenificaron en la reunión: la de aquellos que dan por perdida su inversión. Para los representantes de este subgrupo, la inversión fue “un gesto” de compromiso con un proyecto financiero propio levantado desde Galicia, que ahora presenta todoas las trazas de no ir a salir adelante, aseguran.

¿Demanda a Novagalicia?

Y a mayores de estas tres posturas diferenciadas existe una adicional, la más beligerante con la entidad. La de aquellos que, directamente, quieren demandar a Novagalicia, opción formalmente posible pero difícil de concitar consensos, precisamente por los vínculos que hay entre los accionistas y la entidad financiera.

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