Día D, hora H para las salidas a bolsa de Bankia y Banca Cívica

No va más. O retrasan como muy tarde esta semana sus ofertas públicas de acciones o Bankia y Banca Cívica se juegan su futuro en bolsa en un entorno extraordinariamente exigente

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En los cuarteles generales de Bankia y Banca Cívica todo está preparado para empezar a vender acciones a partir del miércoles. Ambas entidades esperan que la CNMV dé luz verde a los folletos de sus respectivas ofertas públicas de venta (OPV) mañana martes o como muy tarde el miércoles. En ese momento sus salidas a bolsa estarán activadas, en marcha.

Rodrigo Rato y Enrique Goñi, presidentes de Bankia y Cívica, respectivamente, deshojan la margarita. Ambos saben que en un escenario de máximo estrés en los mercados una retirada a tiempo puede ser una victoria. Pero también valoran que retrasar la salida a bolsa hasta otoño supone perder una de las tres oportunidades para dar el salto al mercado. La última sería en marzo de 2012.

Por lo tanto, toca decidir ya. El gran riesgo para ambas entidades es que la OPV arranque y que haya que suspender el proceso con la operación en marcha por la falta de interés de los inversores. En este caso, volver a reactivar la operación antes del plazo del mes de marzo del año que viene impuesto por el Gobierno para que las entidades con déficit de capital salten a la bolsa será prácticamente imposible.

¿Por qué? Cuando los inversores desechan una OPV renunciando a la compra de acciones o exigiendo fuertes descuentos y la empresa retira su oferta, la compañía está obligada a dar una vuelta a su estrategia para volver a intentarlo. “No tiene sentido que se pare la OPV si ya había empezado y se vuelva a intentar en otoño. Es imposible que en tan poco tiempo cambien las expectativas de negocio de la compañía y por lo tanto lo que los inversores están dispuestos a pagar”, señala el gestor de una gran firma española.

La otra opción es retrasar ya la OPV. Es decir, esperar a que el escenario en los mercados y la percepción de España entre los grandes inversores sea menos negativa en octubre y noviembre.

Los precedentes

El riesgo de empezar la operación y fracasar tiene precedentes. Ahí está el caso de Atento. La filial de call center de Telefónica ha suspendido este mes su salida a bolsa ante los fuertes descuentos que les exigían los inversores. El grupo que preside César Alierta ya dio los primeros pasos para la colocación de Atento en el año 2007, pero la llegada de la crisis paralizó el proyecto hasta ahora. Los expertos creen que tardará al menos 18 meses en poder retomar la idea de llevar su filial al parquet. “Tendrán que demostrar que la empresa sí vale hasta el máximo de 25 euros a los que fue valorada en la OPV”, señalan en una gestora internacional.

Caja Madrid tiene una experiencia reciente. Con todos los trámites hechos como ahora con Bankia, el grupo presidido entonces por Miguel Blesa suspendió en octubre de 2008 la salida a bolsa de su holding financiero Cibeles a una semana del comienzo de la OPV. El temor a un pinchazo de la demanda de los inversores institucionales dio al traste con la operación, ya en pleno desplome de los mercados por la crisis. De la oferta nunca más se supo.

En la encrucijada

Por lo tanto, Bankia, que va a colocar entre 3.000 y 4.000 millones de euros, y Cívica, que venderá acciones entre 800 y 1.000 millones, están en la encrucijada. Tienen que salir al mercado en pleno ataque contra el sector financiero tras la crisis de Grecia, en plena caída de los márgenes y con los grandes inversores institucionales conscientes de que las OPV se hacen de forma precipitada por los plazos impuestos por el Gobierno. Por lo tanto, los potenciales compradores van a pedir fortísimos descuentos, que en ambos casos van a superar el 50% respecto al valor contable.

“En ambas entidades ya se ha hecho un intenso trabajo de premarketing. Es decir, que más o menos ya saben qué descuentos le van a exigir. Pero otra cosa distinta es dar órdenes de compra cuando el libro esté abierto. Hay un riesgo evidente de fracaso”, señalan desde un gran banco de negocios.

En cualquier caso, ambas entidades están dispuestas a esperar hasta el último minuto. Rato ha reconocido que el principal problema para tomar la decisión exacta sobre la salida a bolsa es el aumento del diferencial de la deuda española y no tanto la suspensión de la salida a bolsa de Atento. Aunque el diferencial entre España y Alemania se redujo sensiblemente el viernes hasta los 270 puntos desde los máximos del año de 290 del jueves, la incertidumbre sigue en todo lo alto. De hecho, los mercados especulan con que el plan de rescate de Grecia se retrase al mes de septiembre.

Las maquinarias, a tope

Tanto Bankia como Cívica tienen la maquinaria a punto. La primera tiene a su disposición la amplia red de oficinas del propio grupo y del Santander para colocar hasta un 60% de la OPV entre inversores particulares. La segunda, resultado de la unión de Cajasol, Caja Navarra, Caja Canarias y Caja de Burgos, ha fichado a La Caixa para vender sus acciones a los inversores de a pie.

Si las operaciones salen adelante, Bankia y Banca Cívica –que ha presentado a la CNMV el cuarto borrador del folleto– saldrán a cotizar casi a la vez. La primera podría hacerlo el día 13 de julio y Cívica una semana más tarde. Pero, de momento, toca esperar al sí definitivo. Grecia y los grandes inversores institucionales que han puesto una cruz a España tienen la palabra.

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