Cuatro tendencias globales para que España garantice las pensiones

El sistema español ocupa el puesto 37 en la lista de los 43 países con una jubilación más estable. Los países nórdicos lideran con sus estrategias que involucran al Estado, las empresas, la banca y… a los interesados

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La jubilación solía ser algo sencillo: las personas trabajaban y ahorraban, algunas empresas aportaban a las pensiones y las cotizaciones sociales pagaban las prestaciones públicas, lo que se traducía en unos ingresos predecibles para una jubilación económicamente segura. Pero el paradigma cambió. En España, el debate está a flor de piel debido no sólo al envejecimiento de la población, sino al exagerado problema del paro, la política fiscal giratoria y la dudosa gestión de los activos, en manos de la banca.  

«La evolución demográfica y económica ha hecho que el viejo modelo sea insostenible, pero se están encontrando formas innovadoras de adaptarse a la nueva realidad, que marcam el camino a seguir», asegura el consejero delegado para América y Asia de Nataxis Global Asset, John Hailer. España puede aprender de cuatro grandes tendencias que caracterizan a los países que lideran la clasificación de los 43 sistemas de pensiones más sostenibles del mundo, que es la siguiente:  

1.-Noruega
2.-Suiza
3.-Islandia
4.-Suecia
5.-Alemania
6.-Países Bajos
7.-Austria
(···)
34.-Portugal
35.-México
36.-Chipre
37.-España
(···)
43.-La India 

El grupo que conforman los siete países líderes comparte las siguientes cuatro tendencias globales, que garantizan un sistema estable.  

Más implicación de las empresas. –El envejecimiento de la población activa y el aumento de la esperanza de vida en los países occidentales provocan que los modelos tradicionales de reparto en las pensiones públicas sean insostenibles. A medida que los ciudadanos asumen una mayor cuota de responsabilidad a la hora de financiar la jubilación, los gobiernos de los países líderes garantizan que los trabajadores tengan acceso a planes de ahorro individuales o de empresa.  

Tratamiento fiscal predecible. –Las políticas más inteligentes refuerzan los incentivos para que los ciudadanos ahorren para su jubilación y así reducir los retos a largo plazo que plantea la sostenibilidad de los pensionistas. El tratamiento fiscal ventajoso del ahorro para la jubilación ayuda a los trabajadores a ahorrar más, lo que eleva las probabilidades de que puedan satisfacer ellos mismos sus propias necesidades.  

Cultura financiera. –La afiliación automática a los planes de ahorro de empresa «es un paso en la dirección correcta». Las políticas más sensatas también consiguen que los trabajadores alcancen un equilibrio adecuado en sus inversiones y reciban suficiente información para ayudarles a elevar al máximo las ventajas de la participación en estos planes.  

Objetivo de país: autosuficiencia de los pensionistas. –La seguridad de la jubilación va más allá de los propios vehículos de ahorro que ofrece la banca. El Estado tiene en cuenta a una población que envejece y vivirá con unos ingresos fijos. Por tanto, las políticas monetarias, fiscales y sanitarias contribuyen a que los pensionistas sean autosuficientes.

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