Cómo evitar las ‘trampas’ de los regalos bancarios

El cliente debe ser consciente de que se deberá pagar el 21% del valor a Hacienda

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Televisores, cafeteras, iPads, vajillas, e-books, dinero en efectivo… Los bancos sacan su artillería pesada para captar nuevas nóminas a través de sus cuentas regalo. Muchos son los bancos que, esta temporada, ofrecen regalos a cambio de que domiciliar los ingresos. Sin embargo, no es recomendable firmar impulsivamente, cegados por el regalo de moda, sin conocer a fondo las trampas de cada oferta.

Primero, hay que preguntar cuál es el valor del regalo. Teniendo en cuenta que, en ocasiones, el precio de los obsequios no es demasiado alto (tablets de marcas desconocidas, televisores pequeños…), es recomendable plantearse si no se saldría ganando domiciliando los ingresos en una cuenta remunerada, como la Cuenta Bankinter al 5% TAE o la Cuenta Inteligente EVO al 2% TAE.

Condiciones de permanencia

Segundo, hay que saber si requiere vinculación extra. La domiciliación de recibos, contratación de productos de ahorro, uso de tarjetas de crédito con gasto mínimo…. Cada banco puede imponer las condiciones que quiera a este respecto. Se debe valorar si vale la pena comprometernos tanto a cambio de un regalo puntual.

¿Cuál es la permanencia? Es otra de las cuestiones esenciales ya que las cuentas con regalo suelen obligar al cliente a permanecer en la entidad uno, dos o tres años, dependiendo del precio del obsequio. ¿Vale la pena todo ese tiempo “atados” por el precio del regalo?

Comisiones y costes de envío

Además, el cliente debe saber si la cuenta tiene comisiones. ¿A cuánto ascienden? Hay hacer números para comprobar que lo que se pagará en esos meses no equivale a lo que se ganará.

Antes de aceptar un regalo también se tiene que preguntar si hay costes de envío. En caso afirmativo, ¿a cuánto ascienden? El mercado ha lanzado ofertas cuyos gastos de envío alcanzaban los 90 euros. En estos casos hay que preguntar si es posible recogerlo en la oficina.

Pagar a Hacienda

Otra cuestión a tener en cuenta es qué pasa si el regalo se agota. A veces, el banco agota existencias y entonces “coloca” un regalo “suplente”, en principio del mismo valor pero… ¿sigue siendo lo que se quiere conseguir?

Asimismo, tiene que preguntar al banco cuánto se tarda en recibirlo. La normativa al respecto nunca ha sido demasiado férrea y es fácil encontrar personas en foros de internet explicando que han tardado meses en recibirlo. Antes de firmar es un buen momento para pedir al banco que se comprometa en una fecha máxima de entrega.

Por último, hay que ser conscientes de que estos regalos fiscalmente equivalen a una retribución bancaria, por lo que, salvo raras excepciones, se tendrá que pagar el 21% de su valor a Hacienda. Un coste que se retirará automáticamente de la cuenta justo después de firmar.

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