¿Cliente de Barclays? Así se gestionará su dinero a partir de hoy

La venta de la unidad española pone en juego más de 20.000 millones en hipotecas, depósitos y fondos; la entidad compradora podrá cambiar las condiciones de las cuentas con sólo un mes de antelación

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Esta semana el banco británico Barclays comunicó la decisión de abandonar el negocio de la banca minorista en Europa continental, lo que obviamente significa que saldrá de España, un país en el que tiene actualmente 250 sucursales, 2.800 empleados y unos 20.000 millones de euros en hipotecas, caracterizadas por una tasa de mora inferior a la del mercado.

La entidad todavía no ha especificado cómo llevará a cabo la salida del país, pero dado el momento de consolidación de la banca española parece lógico pensar que lo más probable es que otro banco que busque crecer en volumen compre sus oficinas y clientes. De momento, en el sector ya se baraja el nombre de dos entidades: Popular y Sabadell.

Además de las españolas, se verán afectadas las operaciones de banca minorista de Barclays en Francia, Italia y Portugal.

¿Qué pasará con las cuentas?

La entidad compradora bien podría cambiar la política del banco y las condiciones de las cuentas, por ejemplo, poniendo más comisiones. Pero en ese caso, la entidad debería avisar a los clientes con al menos un mes de antelación, de forma que tengan tiempo para decidir quedarse si están de acuerdo con las nuevas condiciones.

En cualquier caso, los contratos con una permanencia definida deberán cumplirse por las dos partes hasta el fin de los mismos. Por último, si otro banco se hace con Barclays y el cliente decide continuar, cambiaría el código IBAN, es decir, el número de cuenta.

Depósitos

En el caso de los depósitos, no hay duda: se mantendrán las condiciones intactas hasta que acabe el plazo acordado por contrato. Lo único que puede cambiar son las condiciones de la cuenta asociada. Por eso el cliente debe de estar atento y calcular si la rentabilidad, por ejemplo tras subir las comisiones, sigue mereciendo la pena.

Préstamos e hipotecas

En este caso, por supuesto la deuda no desaparece, ni siquiera si el banco desapareciera. El cliente no podrá abandonar la entidad hasta que sus deudas sean liquidadas. Seguramente la deuda sea adquirida por otro grupo, y gestionada desde ahí. Si el cliente paga con regularidad, esto no supone ningún problema. Las complicaciones pueden llegar si necesita negociar un cambio de condiciones del préstamo, ya que las entidades que compran deuda se muestran mucho menos flexibles en este sentido.

Fondos y planes de pensiones

Se trata de productos de ahorro que se pueden cambiar de banco en cualquier momento, salvo en el caso en que el cliente haya aceptado algún regalo en efectivo o especies a cambio de una permanencia obligatoria que le obligará cumplir lo que firmó.

En el caso de los planes de pensiones, si se produce un cambio de banco, el cliente deberá preguntar por el plan de pensiones más parecido al que tenía, y no olvidar las comisiones, ni tampoco que tiene la capacidad de elegir en qué fondos invertir.

¿Tras la estela de EVO Banco?

Hace unos meses EVO Banco, hasta entonces perteneciente a Novagalicia, fue comprado por el inversor estadounidense Apollo. Al principio nada cambió y los productos siguieron ofreciendo las mismas ventajas. Pero al cabo de algunas semanas, la cuenta inteligente dejó de ofrecer un 1% de descuento en todas las compras realizadas con la tarjeta de crédito, y su rentabilidad bajó de 2% 1% TAE a 1,5% 0,50% TAE.

En este caso, el comprador mantuvo la política de «comisiones cero» del banco adquirido pero no mantuvo todas las ventajas. Habrá que esperar para ver si ocurre lo mismo con Barclays.

Información elaborada con datos de HelpMyCash

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