Cinco pasos para bajar la hipoteca de 500 a 150 euros

La mayoría de los contratos hipotecarios permiten reducir la cuota en momentos de dificultades económicas. Estas son las ventajas y los inconvenientes

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Estar desempleado, tener gastos inesperados o ser autónomo y pasar por un mes sin ingresos son los motivos por los que se aconseja negociar con el banco para rebajar la cuota hipotecaria. Estas son las cinco fórmulas para conseguir pagar menos en el mes a mes que pueden reducir desde 500 hasta los 150 euros la cuota de una hipoteca. Estas son las ventajas y los inconvenientes de cada una.

1. Solicitar una carencia. Sirve para pagar únicamente la parte de intereses de la cuota, sin amortizar nada de capital. Debemos explicar bien al banco que si no nos la conceden, seremos incapaces de pagar la cuota. Así, en una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor 1 % en la que estamos pagando una cuota de 493 euros, la carencia haría que pagáramos solo 144 euros al mes, durante 2 o 3 años, mientras nos recuperamos económicamente. Lo mejor: un grandísimo alivio en el mes a mes. Lo peor: cuando acaben los meses de carencia la cuota volverá a ser la que era de un mes para otro, y encima nuestra hipoteca se alargará dos o tres años. Al final de la hipoteca, habremos pagado más intereses.

2. Alargar el plazo. Pasar de 20 a 30 años en una hipoteca media de 150.000 euros a euríbor 1 %, hará que nuestra cuota pase de 720 euros a 493 euros. Lo mejor: una significativa rebaja que nos dará aire en el mes a mes. Lo peor: 10 años más (o los que acordemos) de hipoteca que subirán el total de intereses que acabaremos pagando al banco.

3. Negociar una rebaja del interés. ¿Cómo se consigue? Se puede intentar por dos vías. La primera, proponiendo al banco suscribir algún producto como un seguro, un plan de pensiones en la entidad o domiciliar algunos recibos más. La segunda vía es conseguir una oferta de otro banco que nos ofrezca mejores condiciones y, con la oferta en la mano, explicarle a nuestra entidad que si no igualan la oferta, nos iremos. En ocasiones, nuestro banco reacciona rebajando el interés. Lo mejor: es una rebaja real sin coste para nosotros. Lo peor: convencer al banco.

4. Llevarnos la hipoteca a otro banco. Este método tiene un coste (alrededor del 1% de la hipoteca pendiente, es decir, unos 1.000 euros de cada 100.000 pendientes), pero en ocasiones merece la pena. Por ejemplo, si estamos pagando una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor 2,5 % y conseguimos que otro banco nos ofrezca euríbor 1 %, pasaremos de pagar 605 euros al mes a sólo 493 euros. En este caso, en apenas cinco meses ya estaremos ganando dinero. Lo mejor: el ahorro de este método es real, no solo un «parche» para ir tirando. Realmente pagaremos menos. Lo peor: hay que hacer una inversión inicial.

5. Aplazar cuotas. Una manera de no pagar nada los meses que no damos abasto es contratar una hipoteca flexible, como la Hipoteca Sin de Bankinter al 1,20 % TAE, que nos permitirá aplazar hasta 3 cuotas al año, o la Hipoteca Mari Carmen de Abanca a euríbor 1,25 %, que permite 24 meses de carencia por contrato.

En cualquier caso, si ninguna de estas opciones es factible, lo recomendable es acudir a la oficina de intermediación hipotecaria de nuestra ciudad o a la sede de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca más cercana, para solicitar una ayuda en la negociación. 

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