Caixabank y Banco Santander optan a quedarse el portugués Novo Banco

La oferta del banco catalán se canaliza a través de BPI, donde tiene el 44% de las acciones

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Caixabank y Banco Santander son las dos entidades españoles que se mantienen en la recta final de la subasta de Novo Banco, que es el nombre actual del Banco Espíritu Santo, intervenido por las autoridades portuguesas el año pasado.

Ambos bancos figuran entre las siete sociedades que se han interesado por Novo Banco y que han presentado propuestas no vinculantes, según ha informado Carlos Costa, gobernador del Banco de Portugal, a la comisión parlamentaria que investiga la caída del grupo financiero.

La solución, este verano
 
El periodo de presentación de ofertas acabó el pasado día 20, pero la solución definitiva de la subasta no se conocerá hasta el verano. El Banco de Portugal está «analizando las propuestas» para «seleccionar a un número de potenciales compradores que pasarán a la fase siguiente», en la que deben presentar ofertas vinculantes.

Además del Banco Santander, que ha anunciado públicamente que forma parte de esa lista, también figura en ella el  Banco Portugués de Inversiones (BPI), cuyo principal accionista es Caixabank con el 44%, el fondo de inversiones estadounidense Apollo y las firmas chinas Fosun y Angbang. El instituto emisor portugués no ha dado el nombre de los otros dos candidatos.

El Banco de Portugal analiza las ofertas

Costa se limitó a recordar que la selección de las ofertas la hará el Banco de Portugal en función de los criterios establecidos en el cuaderno de encargos elaborado por el Fondo de Resolución, un mecanismo creado en el país a instancias de la UE en el que participan todos los miembros del sector financiero luso de forma proporcional a su actividad en Portugal. Algo parecido al español Fondo de Garantía de Depósitos.

Con la intervención del BES en agosto de 2014, la entidad fue dividida en dos: una parte con los activos tóxicos –que mantiene el mismo nombre y es propiedad de los accionistas originales– y otra con los sanos, ahora llamada Novo Banco.

Para poner en funcionamiento este nuevo banco, fue necesario capitalizarlo con 4.900 millones de euros. Sin embargo, el Fondo no tenía recursos suficientes y solo aportó 1.000 millones, mientras que los restantes 3.900 millones los prestó el Estado, que pretende recuperar su inversión en dos años (2016) precisamente con el dinero que se reciba con la adjudicación del Novo Banco.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp