Bankia-Caixabank: grandes grupos y 20.000 inversores gallegos, en vilo

Los bancos tienen una presencia menor en Galicia, con 170 oficinas y 750 empleados, pero reúnen a más de 20.000 pequeños accionistas

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La mayor operación en el sector bancario español en la última década pasará de refilón por Galicia, pero pasará. Caixabank y Bankia, que suman más de 650.000 millones en activos, tienen una implantación menor en la comunidad, sin alcanzar conjuntamente las 200 oficinas y con menos de 800 empleados. El Sabadell, con un tamaño inferior, sumaba casi 150 sucursales tras integrar Banco Gallego, mientras que Abanca tiene actualmente 495, más del doble de las que sumarían las candidatas a la fusión.

Este escenario ofrece confianza a los sindicatos para que el tijeretazo que provocaría la integración, un recorte de 5.000 empleos, pase de largo por Galicia. Bankia tiene 18 oficinas y unos 120 trabajadores; mientras que Caixabank suma 161 sucursales y unos 630 empleados en territorio gallego. Las posibles duplicidades no son comparables a la que afrontarán los bancos en plazas como Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana o Andalucía.

«Si finalmente se lleva a cabo no tendría por qué tener un impacto traumático en Galicia a nivel de empleo», concluía Xoán Carlos Viveiro, secretario general de CCOO en la sección sindical de Caixabank en Galicia, en declaraciones a este medio.

Miles de pequeños accionistas en Galicia

Sin embargo, la red comercial no es la única presencia de ambas entidades en Galicia. El banco que preside (todavía) Jordi Gual, de hecho, tiene un fuerte anclaje en la financiación de grandes empresas — fue uno de los grandes accionistas de Nueva Pescanova hasta que vendió su 15% a Abanca, por ejemplo– y en el número de accionistas gallegos de la entidad.  

El último dato oficial de Caixabank, de finales del año pasado, indicaba que en Galicia había más de 18.000 pequeños inversores que habían apostado por adquirir títulos del banco, un 3% de su base accionarial. Estos tenedores han visto como sus acciones se revalorizaban un 12,3% este viernes al calor de la integración.

En Bankia, que fue uno de los grandes acreedores de Martinsa Fadesa, no hay un dato oficial sobre el número de accionistas gallegos, pero la entidad financiera estimaba que estaban en torno a los 5.000. En su salida a bolsa, posteriormente judicializada y considerada fraudulenta para los minoristas, las cajas gallegas comercializaron títulos del banco, que llegaron a sus clientes de Galicia. Las acciones de la entidad se revalorizaron este viernes un 32,8%.

 Caixabank, un financiador clave en Galicia

También las grandes empresas implantadas en Galicia están pendientes de la fusión, pues Caixabank y Bankia han jugado un papel relevante en operaciones de financiación en Galicia, sobre todo en el caso de la primera. Caixabank es uno de los financiadores de la Autovía da Costa da Morte, que controla Copasa, pues participó en el crédito de 115 millones que concedió un pool de siete bancos para su construcción.

De la mano con Bankia, BBVA, Sabadell, Ibercaja, Kutxabank y Hill International también participó en la financiación del nuevo hospital de Vigo, el Álvaro Cunqueiro, del que fue accionista a través de la sociedad Concessia hasta el año pasado, cuando vendió su participación al fondo de inversión británico RiverRock.

También el año pasado, el banco firmó con Ence un “préstamo sostenible” de 25 millones para financiar proyectos en el negocio de la celulosa, mientras que lideró la refinanciación del astillero vigués Barreras y la negociación para la compra del 100% de las acciones por parte de Ritz-Carlton.

Finalmente, Caixabank también está financiando los proyectos de sostenibilidad y renovables de Naturgy, para quien coordinó la concesión de un “préstamo verde” de 1.000 millones con la participación de otras entidades, como BBVA o Santander.

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