Banesco se lleva Novagalicia con mil millones

La subasta por Novagalicia Banco no pasará del primer corte. Contra pronóstico, y después de que esta misma mañana el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lanzase un críptico mensaje apelando a su «tranquilidad» ante la operación por el eventual mantenimiento de los centros de decisión en Galicia, serán los venezolanos de Banesco los que se lleven la nacionalizada con una oferta que se aproxima a los mil millones de euros, 500 por debajo de los que planteó obtener el Fondo de Reestructuración Ordenada de la Banca (FROB) cuando inició el proceso de subasta.

Banesco, presidido por Juan Carlos Escotet, se impone, según diversas fuentes, un día antes de que la Comisión Rectora del FROB se reúna, y con una propuesta que pasa por el mantenimiento del empleo, de la sede social y corporativa de Novagalicia y también sin cierre de oficinas. Banesco plantea además en su oferta que el crédito se mantendrá. Estos elementos han sido determinantes, según diversas fuentes, para inclinar la balanza.

La oferta de Banesco se impone a la de Caixabank, Santander, BBVA, que eran los candidatos nacionales, y también a la de fondos de inversión como Guggenheim, primera apuesta de la dirección de NCG, así como la de J.C. Flowers y Oaktre, que acudieron conjuntamente. El Banco de España y el FROB, que guardan silencio ante la oferta que diversas fuentes dan por ganadora, no tendrá así que activar la segunda fase de la subasta, que preveía abrir esta misma semana con las tres mejores propuestas. 

Doscientos millones más

Con esta decisión, el FROB resuelve la subasta en una vuelta que exigía que el ganador presentase una oferta 200 millones superior a la segunda más alta, y que a la vez fuese un 50% superior. Así, la oferta de Banesco, con casi mil millones sobre la mesa, dobla la segunda. Banesco, presidido por Juan Carlos Escotet, tiene relaciones directas con NCG, al haber comprado este mismo año una red de sucursales de la resultante de las dos cajas.

Anteriormente, el propio Banesco se había hecho con el Banco Etcheverría, al unir la participación que hasta ese momento tenía NCG con la de parte de la familia propietaria del banco con sede en Betanzos. Banesco pujó este mismo año, sin conseguirlo, por el Banco Gallego, que finalmente acabó en manos de Banco Sabadell.