La Audiencia condena a la ex cúpula de la CAM a hasta 4 años de cárcel

La Audiencia Nacional impone penas de hasta cuatro años de cárcel a la antigua cúpula de la CAM por "distorsionar las cuentas y balances de la entidad"

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La Audiencia Nacional ha condenado a la ex cúpula de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) a penas de entre dos años y nueve meses, y cuatro años de prisión al considerarlos culpables de haber falseado las cuentas de la entidad entre 2010 y 2011.

En la sentencia el juez condena a tres años de prisión a los ex directores generales de la caja Roberto López Abad y María Dolores Amorós. En tanto, aumenta la pena hasta los cuatro años al ex director general de Planificación y Control, Teófilo Sogorb, como responsable del envío a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la información falsa sobre los resultados intermedios.

También impone al ex director general de Inversiones y Riesgo Francisco José Martínez dos años y nueve meses de prisión únicamente por falsedad contable, mientras que exime a otros cuatro directivos, entre ellos su ex presidente Modesto Crespo, así como a la Fundación CAM, Banco Sabadell y Caser de la responsabilidad civil.

Según explican los magistrados en el fallo, de 310 folios, los ahora condenados practicaron conductas «tendentes a distorsionar las cuentas y balances de la entidad, contribuyendo a la vulneración de la imagen fiel de la CAM en momentos de grave crisis económica y financiera que se intentó esconder o, al menos, maquillar».

1.163 millones en pérdidas reales

En este sentido, consideran probada la responsabilidad de los cuatro en estos hechos, que permitieron arrojar una situación de beneficios de 39,7 millones en lugar de los 1.163 millones de pérdidas y la ratio de morosidad del 19% evidenciados a 30 de junio de 2011 tras la reexpresión de cuentas por parte del Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB) tras la intervención de la caja.

Para la sala, los resultados resultaban «irreales y espurios», y generaron una disparidad de cifras que «constituyó uno de los motivos relevantes para la intervención de la entidad, por los riesgos que suponía tal situación para el sistema financiero».
 

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