Abanca crece en depósitos y créditos 

La entidad aprovecha la senda de la recuperación para ganar volumen, a pesar de los peores márgenes por la caída de tipos, y su inversión crediticia suma el 90% de los recursos ajenos

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Abanca ha pasado en un año de dar por concluido su proceso de capitalización a comenzar a crecer de forma orgánica, en el negocio tradicional. Una prueba de ello es que, en los primeros nueve meses del año, la entidad ha logrado que los depósitos y los créditos marquen una evolución positiva, un crecimiento que en el mismo período del año pasado se contaba por retrocesos. El saldo de la cartera crediticia ha crecido un 11%, hasta los 24.290 millones, cuando en septiembre de 2014 caída un 12%. Otro tanto sucede con los depósitos: crecen en tasa interanual un 16% (hasta los 33.018 millones), frente al retroceso del 4% en septiembre del año pasado.

Y este crecimiento se produce en un entorno de tipos de interés bajos, lo que lleva a que la entidad acuse una caída en el margen de intereses (la diferencia entre lo que paga por los depósitos y lo que cobra por los créditos) de algo más del 20%, hasta los 322 millones, frente a los 407 del año pasado. El incremento de las provisiones tras la etapa de capitalización, sobre todo las genéricas, y el resultado de las operaciones financieras y participadas, explican el resto. La cartera industrial de Abanca, sin contar con el negocio de seguros, cada vez aporta menos (dividendos, plusvalías), tras el proceso de desinversiones.

Cuotas de mercado

Abanca ha logrado que la inversión crediticia represente el 90% de sus depósitos, es decir, tiene margen después de financiar los créditos con depósitos, algo que resulta normal en la actualidad en la estructura de su balance, pero que en etapas pretéritas no era habitual. Su cuota de mercado en Galicia en lo que a inversión crediticia se refiere se sitúa en el 31%, y en depósitos llega al 41%. La comercialización de planes de pensiones y seguros ha marcado una senda similar a la evolución de depósitos y créditos: de caer un 4% en los primeros nueve meses del año pasado pasa a incrementarse un 19% este año, hasta superar los 4.000 millones.

Abanca, que ha visto como su resultado antes de impuestos y neto desciende (un 27,8 y un 22,2%, respectivamente) ha visto cómo la revisión anual de tipos de los bonos suscritos de la Sociedad Activos de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida por el banco malo, ha tenido un impacto negativo de 36 millones de euros en su cuenta. Y ese es otro factor que ayuda a entender los resultados. El tipo promedio de los bonos de la Sareb ha pasado del 2,28 al 0,77% en un año.

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