Xunta y Gobierno avisan a Alcoa: “Vendrán decisiones menos amistosas”
El Ejecutivo central y el autonómico advierten que "no se tuerce el brazo a ninguna administración" y que la planta no se parará "en ningún caso"
Gobierno y Xunta de Galicia hacen un frente común para lograr la venta de la planta de aluminio de Alcoa en San Cibrao. El Ejecutivo central y autonómico han acusado a la multinacional de «empujar a los trabajadores a un conflicto innecesario» y avisan: “Esto no es el final del camino ni se tuerce el brazo a ninguna administración».
Y es que ambos gobiernos consideran que Alcoa es «la única responsable del fracaso en las negociaciones de venta de la planta de San Cibrao (Lugo)» al entender que «había soluciones para alcanzar un acuerdo de compraventa». Además, a la espera de la negociación laboral que Alcoa abre este lunes, «se abre ahora otro escenario donde se tomarán otro tipo de decisiones menos amistosas», según ha avanzado el secretario general de Industria y Pyme, Raúl Blanco, que garantiza que en los próximos días «se analizarán dichas medidas con el objetivo de que no se pare la planta en ningún caso».
“Sorpresa» por el plantón de Alcoa
El Gobierno y la Xunta han mostrado su «sorpresa por el hecho de que Alcoa abandonara la negociación no respondiendo a la propuesta del Gobierno de que sea la SEPI la que actuara de intermediaria para la venta de la planta a Liberty House». Según Raúl Blanco, «es innecesario e inmoral someter a este sufrimiento a las familias de A Mariña que dependen del trabajo en Alcoa». «Entiendo que hay mala fe durante las negociaciones de venta. Los trabajadores tienen el apoyo de las administraciones y seguiremos trabajando para lograr un acuerdo que mantenga el empleo y las capacidades industriales en Lugo», ha subrayado.
Por su parte, el vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación de la Xunta de Galicia, Francisco Conde, ha lamentado la actitud de Alcoa de «abandonar la negociación de forma unilateral», por lo que ha pedido a la multinacional que reconsidere su posición y acepte una ampliación del periodo de consultas: «Galicia y la comarca de A Mariña de Lugo no se merecen este trato por parte de la empresa», ha recalcado.
El vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, también ha lamentado que no hubiese acuerdo y ha avanzado que “la Xunta estará también intentando ayudar a los trabajadores hasta el final en el procedimiento que se abre ahora», aunque se muestra pesimista y lanza un dardo al Gobierno. «Las perspectivas no son buenas ni el resultado que se adivina ahora mismo. Vamos a pensar que hasta el último momento puede haber una solución, pero el panorama no es muy alentador«, ha subrayado, antes de afear al Gobierno que «tenía que implicarse con ese estatuto para las empresas electrointensivas que se reclamaba y que a día de hoy se sigue sin conocer».
