Viriato amenaza a sus trabajadores con el cierre de la empresa

«En estos momentos, Viriato está más cerca del cierre que de seguir adelante, pero hay que esperar acontecimientos». Así de contundentes se manifiestan fuentes sindicales de la textil ubicada en Ordes (A Coruña), especializada en el género de punto y que atraviesa una complicada situación debido a las deudas que presenta y a los problemas para conseguir financiación bancaria.

Esta situación llevó a la empresa a poner en marcha un plan de reestructuración con el que esperaban conseguir la confianza de las financieras. Pasaba por cerrar los puntos de venta no rentables y aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) que supondría la salida de 48 personas de la fábrica ubicada en el ayuntamiento cercano a Compostela, un tercio de su plantilla.

Concurso de acreedores

No obstante, tal y como adelantó el portal especializado en industria textil modaes.es, las negociaciones entre firma y trabajadores han acabado sin llegar a acuerdo. Los representantes sindicales no han firmado el acta de conformidad ya que, aseguran, la empresa no ha garantizado el seguro sobre las prejubilaciones. Aunque las negociaciones ya se han agotado, hasta el viernes hay margen de maniobra, antes de que la compañía presente el ERE.

Los representantes sindicales explican que la falta de acuerdo con la plantilla ha llevado a la textil a manifestar que si no se llega a cuorum la empresa solicitará el concurso de acreedores y podría acabar por bajar la persiana. «Han dicho que es necesario que se reduzca la plantilla para poder llegar a acuerdos con la banca, pero las condiciones de salida que ofrecen a los trabajadores son muy malas, ya que argumentan que no hay dinero», explican desde CCOO.

Facturación sí, pero con deudas

Viriato cuenta en la actualidad con 160 empleados. Desde el año 91 forma parte de la compañía hispano-argentina Grupo Ríos. Esta presente en 19 países y en el mercado nacional, tanto en tiendas multimarca como en El Corte Inglés y, desde hace un tiempo, también en establecimientos propios. Dedicada a un segmento medio-alto, los trabajadores convienen en que la empresa vende y «vende bien», pero el problema radica en la deuda acumulada y la falta de acceso a financiación. La facturación del grupo ronda los 12 millones de euros.