Villar Mir encuentra un rechazo masivo en Galicia a sus planes para Ferroatlántica

Las plantillas de Ramsa y de las tres fábricas gallegas junto a toda la oposición al PP en la Xunta, se suman al mensaje de Feijóo, que reiteró a los alcaldes de Cee y Dumbría que no ve argumentos para autorizar la segregación

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Los planes de Ferroatlántica para segregar sus centrales hidroeléctricas gallegas y vender su división energética, han chocado con un amplio frente en Galicia, que va de lo social a lo político, pasando por los obstáculos legales que entraña la operación.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reiteraba este viernes a los alcaldes de Dumbría y Cee, localidades donde el grupo de Villar Mir tiene factorías clave para el empleo del territorio, que no ve elementos para autorizar la segregación, mismo mensaje que transmitió en el Parlamento. «A la vista de los datos de los que disponemos, la impresión es que tiene seguir unida», dijo entonces el líder del PP gallego.

Oposición política

Es un mensaje más contra el proceso de venta que inició Ferroatlántica y que ha encontrado numerosos contestatarios en Galicia. Entre ellos, los tres partidos que conforman la oposición al Partido Popular en el Parlamento, BNG, PSOE y En Marea, quienes también mostraron su rechazo a la segregación y pidieron a la Xunta que no la autorizara.

Al bloque de presión se sumaron este viernes los trabajadores de Ramsa, la empresa de Villar Mir que explota la mina de Serrabal. En un comunicado han anunciado su adhesión al texto redactado por sus compañeros en Sabón, Cee y Dumbría, documento que manifiesta su «oposición frontal» a la segregación.

Oposición social

El rechazo social quedó patente en una manifestación masiva en Cee el 12 de noviembre. Poco después, los trabajadores de las factorías iniciaban un encierro en el Concello para demandar un encuentro con Feijóo y que la Xunta no permitiese la separación de las hidroeléctricas.

Trabajadores, alcaldes, BNG, PSOE, En Marea y hasta las dudas de la Xunta… nadie en Galicia parece bendecir la operación con la que el grupo de Villar Mir pretende aliviar deuda y ganar liquidez para acometer nuevos proyectos.

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