Venta de una filial en Ecuador al margen del consejo

Fernández de Sousa cerró la venta de Promarisco, a pesar del concurso

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Ayer mismo se produjo un caso práctico de lo que es gestionar al margen de un consejo de administración, cuyo control es ahora ficticio, y de un concurso de acreedores en toda regla, presentado durante la mañana y que en teoría pondría el día a día de la compañía en manos de un juez. Manuel Fernández de Sousa-Faro acaba de cerrar la venta de una filial, Promarisco, ubicada en Ecuador, y que se dedica al cultivo del camarón. En concreto, Pescanova, mejor dicho, su presidente, cerró la venta de dos plantas de Promarisco a una sociedad denominada Songa, acrónimo que responde a la firma Sociedad Nacional de Galápagos.

Promarisco ha caído al quinto lugar en el ránking de Ecuador en cuanto a volumen de ventas, tras firmas como Expalsa, Priscilla Santa, Songa y Omarsa, acusando la crisis de la matriz, Pescanova, cuyo concurso de acreedores entró en el Juzgado de lo Mercantil número uno de Pontevedra. La dos granjas de cultivo de camarón adquiridas por los dos socios de Songa se reparten en 1.300 hectáreas.

Sin información

Ni el consejo de administración de Pescanova ni la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y por ende el mercado, como suele ser habitual, fueron informados de la operación de venta. A partir del concurso, presentado este lunes solamente para la matriz, Pescanova SA, será el juez quien apruebe estas enajenaciones, y en su caso los tres administradores concursales que designe: uno por la banca acreedora, otro por la propia CNMV y un tercero independiente.

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