Urovesa, una isla en mitad de la crisis de las empresas militares

A pesar del bache en 2012 por la caducidad de homologaciones, el grupo se mantiene como referente mundial en vehículos especiales

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Urovesa, la firma compostelana que lidera el mercado de vehículos especiales, parece sobrellevar mucho mejor que otras la particular crisis que viven muchas empresas que se dedican a la construcción de material militar. Si en Galicia, los recortes de Defensa afectaron tanto a la propia Navantia (la antigua Astano pelea por su veto a la construcción civil) como a la fábrica de armas de A Coruña, en pleno proceso para salir a concurso público, la fábrica santiaguesa ha sabido mantenerse a flote.

En mayo del pasado año, la firma gallega fue escogida por el ministerio para suministrar a las Fuerzas Armadas durante cuatro años 772 todoterrenos modalidad Vamtac. El acuerdo rubricado tenía un presupuesto de 149 millones, si bien dependerá de las partidas que finalmente se necesiten en cada ejercicio. Meses antes de este acuerdo, el ministro Morenés llevó a su homólogo marroquí, Abdeltif Loudyi, a la fábrica para ver precisamente los vehículos de ese modelo. La internacionalización de sus servicios ha sido uno de los secretos del éxito sostenido de Urovesa.

Un año antes, la compañía de vehículos Uro cerró con el Ejército de Malasia la entrega de 18 todoterrenos que completó un contrato que supuso la comercialización de un centenar de vehículos y una facturación de unos 20 millones.

Caída en 2012 por homologaciones

Las últimas cuentas de la empresa hechas públicas, las correspondientes a 2012, reflejan, no obstante, que la cifra de negocios del grupo bajó considerablemente, al pasar de los 24,1 millones de un año antes a 9,9 millones. El resultado del ejercicio fue de 310.218 euros frente a los 2,3 millones de 2011.

El informe de gestión del grupo indica, no obstante, que la caída de la facturación en 2012 se debió, además de por el contexto global de crisis, a la caducidad de homologaciones por parte de organismos oficiales a nivel estatal, lo que impidió la venta de dichos productos. La empresa señala que, a pesar del bache, “tanto la idea de fabricar productos de calidad como la de permanentemente incorporar las últimas innovaciones tecnológicas que han hecho de nuestros productos un referente mundial en el sector de vehículos especiales todoterreno son dos factores que hacen pensar en el futuro con cierto optimismo”.

Ampliación de instalaciones

De hecho, la aparente buena salud de Urovesa la llevó a proyectar una nueva fábrica en el concello de Valga para lo que invirtió cerca de 3,9 millones. Se espera que la nueva planta está lista en breve. Los 40.000 metros cuadrados de los que dispone en este emplazamiento y los 22.000 del polígono del Tambre, en Compostela, le permitirían llegar a fabricar más de 2.000 vehículos al año.

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