Urgoiti y Carceller allanan el camino para que Oetker se haga con Pescanova

El grupo alimentario alemán, segundo accionista de Damm y consejero en dos empresas de la cervecera, se perfila como el socio industrial que promueve el nuevo consejo de la multinacional pesquera

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Un socio “de confianza”, que “quiera a la empresa”, que sea “económicamente potente” y que esté “diversificado”. Si el plan financiero es claro, sería “tanto nacional como internacional”. ¿Es un retrato robot de un potencial inversor en Pescanova o algo más que una pista de cuál es el futuro diseñado para la compañía por su actual consejo de administración? Tras la reunión que mantuvo con el alcalde de Vigo, el flamante presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti, no sólo lanzó una advertencia a la banca ante el comienzo de las negociaciones del convenio de acreedores, sino que trazó unas perspectivas que parecen más que dibujadas de antemano para la compañía.

Porque ese socio “de confianza”, “económicamente potente”, que “quiera a la empresa” y que esté “diversificado”, para más señas “internacional”, es actualmente el principal aliado de Damm: el grupo alimentario alemán Oetker, segundo máximo accionista de la cervecera presidida por Demetrio Carceller. Tan diversificado está Oetker que cuenta con negocios navieros, de alimentación y congelados, de banca, y hasta hoteleros. De su solidez da cuenta una posición entre los primeros grupos de capital familiar germanos.

Sin la banca como accionista

“Tengo datos que me hacen pasar de la fe a la esperanza”, dijo el financiero. El planteamiento expuesto este martes por José Manuel Urgoiti, a pesar de haber asumido la presidencia de un consejo suspendido de sus funciones, también ofrece otras pistas: el problema de Pescanova “no se soluciona con la venta de activos”, anunció, al contrario de lo que indican los administradores concursales como conclusión a su informe.

A la vez, la clara apuesta por la abultada quita de la deuda que acumula la multinacional, en contra de la opinión de la banca, que prefiere su capitalización y su conversión en acciones, también ayuda a despejar otra ecuación: los gestores de Pescanova, con Carceller, Urgoiti, Luxempart e Iberfomento, se inclinan claramente por la fuerte rebaja de la deuda antes de contar con la banca como accionista de la compañía, que habida cuenta de los 3.600 millones que debe el grupo pesquero, de un plumazo pasaría a ser su socio de control. Y nada de vender activos antes de tiempo, vino a decir Urgoiti.

Quién es Oetker

La alianza de Carceller con los Oetker, una de las empresas familiares de mayor dimensión de Alemania, tiene dos anclajes sólidos en España. El grupo germano es accionista de Damm y de Ebro Puleva, las dos compañías en las que Carceller está presente dentro del entorno de la alimentación. De hecho, sus primeros ejecutivos se sientan en los consejos de ambas empresas controladas por el presidente de Disa. En Damm, según los registros de la CNMV, Rudolf August Oetker declara una participación de nada menos que el 25% y se sienta en su consejo de administración. En Ebro, de la que los Carceller tienen algo más de un 9%, Rudolf August Oetker es consejero desde 2010.

Un bocado apetecido

Si alguien podía dudar de lo atractivo que resulta el negocio pesquero y acuícola de Pescanova para un empresario como Carceller, muy centrado también en la construcción (Sacyr) y el petróleo (Disa), quizá la alianza con Oetker contribuya a despejar la ecuación de la complementariedad de los negocios. Y es que el grupo alemán es líder en su país en el segmento de comida congelada, una especialidad de Pescanova, y también controla, a través de Hamburg Süd, la mayor flota naviera del país germano. El consorcio germano llegó a ser socio, aunque no accionista, de Pescanova en la etapa de Manuel Fernández de Sousa-Faro, con quien diseñó un plan para lanzar helados con los productos del mar de la compañía de Chapela, plan que finalmente se frustró.

El grupo Oetker, como holding familiar, declaró una facturación de 10.011 millones de euros en 2011. El negocio de los barcos fue el que más ingresos aportó al grupo (4.752 millones), seguido de la alimentación (2.337 millones). La familia controla negocios en este segmento a través de la marca Dr. Oetker, que comercializa postres, pizzas congeladas; bebidas (Redeberger y Clausthaler, ambas cervezas) y vinos (Henkell). A mayores, Hamburg Süd, su naviera, es la mayor compañía privada de buques de Alemania. Tiene 160 barcos y una plantilla de 4.500 trabajadores.

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