Unipost se pone fecha de caducidad: cerrará el 30 de abril

El administrador concursal garantiza la continuidad de Unipost hasta la primavera a franquiciados y acreedores tras entrar en fase de liquidación

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Unipost da ya sus últimos coletazos. En concurso de acreedores desde julio, la compañía de servicios postales entró el lunes en fase de liquidación y afronta ahora un “cierre ordenado”. No obstante, ya tiene fecha de defunción: el próximo 30 de abril será el último día en el que la sociedad de la familia Raventós abrirá las puertas.

Según ha podido saber Economía Digital, el administrador concursal, el despacho Jausas Legal, avisó a los acreedores, franquiciados y colaboradores de la empresa que su voluntad es mantener la operatividad hasta esa fecha. Además, les convoca a varias reuniones para conocer sus necesidades en las próximas semanas.

Será el fin tras muchos meses de agonía. Y los desesperados intentos de salvación a última hora no funcionaron. Cuando las pérdidas ya ahogaban a los Raventós, el juzgado de lo mercantil número 7 de Barcelona dio un periodo de dos meses para encontrar un comprador. Jamás llegó.

La única opción de Unipost: la venta por partes o de toda la unidad productiva

Tras la decisión del magistrado, desde Jausas lamentaban «no haber recibido oferta alguna, a pesar de los esfuerzos realizados, para la adquisición de la unidad productiva». Además, justificaban la petición por la situación económica de la concursada, que «sigue estando seriamente deteriorada, con graves tensiones de tesorería y unos créditos contra la masa que no han dejado de aumentar”.

La única opción que resta ahora es la liquidación y la venta, ya sea por partes o de toda la unidad productiva.

Mientras, la compañía prosigue con el expediente de regulación de empleo para toda la plantilla. Después de despedir a 560 trabajadores en la primera fase, a finales de enero abrió una segunda oleada de despidos que afectó a 359 personas. Ahora, las salidas se precipitarán con el cierre de la firma y el cese de la actividad, aunque se producirán de forma escalonada según las necesidades de los pocos clientes que todavía mantiene la empresa.

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