Una empresa del juego se adelanta a Comar y abre un casino en Madrid

El Casino de Torrelodones inaugura su nueva sede en la capital tres días después del adiós a Eurovegas

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La tarta es ahora más apetitosa. El ‘pinchazo’ de Eurovegas en España, el naufragado proyecto de Sheldon Adelson para instalar un macrocomplejo de ocio en Alcorcón (Madrid), ha dejado el camino libre a los que iban a ser sus competidores en el sector del juego. Principalmente a dos empresas, el grupo gallego Comar, propietario del Gran Casino de Aranjuez; y el Casino Gran Madrid de Torrelodones, fundado por Ángel Escolano Díaz, al que sucedió en la presidencia su hijo, Ángel María Escolano Belló. Ambos grupos preparaban su aterrizaje en el centro de Madrid y uno de ellos acaba de poner las ruletas a girar.

Ángel María Escolano lanzó este lunes la bola inaugural de la nueva sucursal del grupo, Casino Gran Madrid-Colón, una sala anexa a su sede de Torrelodones situada en el Paseo de Recoletos, a la altura de la Plaza de Colón. La primera inauguración de un espacio de este tipo en el centro madrileño en 91 años se produjo apenas unas horas después de que la Comunidad de Madrid concediese la autorización necesaria para el funcionamiento de la sala. Ahora se espera el aterrizaje de un nuevo templo del juego en la capital, esta vez, con aroma gallego. Comar, del empresario coruñés José Collazo Mato, estaba a la espera de recibir esta misma semana la autorización para abrir las puertas de una sucursal del Gran Casino de Aranjuez en plena Gran Vía. Adelson se marcha pero la ruleta sigue girando.

Apuesta alta: inversión y empleo

La apuesta es de altura. La nueva sucursal del Casino Gran Madrid requirió una inversión de 20 millones de euros para dar forma a un espacio de 4.123,28 metros cuadrados que se distribuyen en cuatro plantas. Además de la oferta de juego, que incluye mesas y máquinas de azar, contiene equipamientos complementarios y auxiliares, con servicios de restauración y cafetería, mientras que reserva la entreplanta, de 566 metros cuadrados, al Restaurante Columbus, gestionado por los prestigiosos cocineros Mario, Diego y Rafa Sandoval.

Con la nueva apertura, el grupo Gran Madrid se acerca a los mil empleados. Además de los centros de Torrelodones y Recoletos, gestiona el casino de Benalmádena y el de Cartagena. Entre todos, suman un centenar de mesas de juego y cerca de 370 máquinas de azar a las que hay que sumar el desarrollo del juego online. El Casino Gran Madrid se convirtió en el primer casino del Estado con autorización para operar a través de Internet en mayo de 2011.

Próxima apertura en Gran Vía

La apertura de Comar en pleno centro de Madrid también es inminente, pero acumula retrasos. La primera previsión fechó la inauguración del centro en el mes de septiembre de este año. Sobrepasada la fecha, fuentes de la empresa aseguraron a este medio que la sucursal del Casino de Aranjuez estaría abierta antes de acabar el año.

Operará en un enclave privilegiado y en competencia directa con el grupo Gran Madrid. Sin Adelson de por medio, Collazo Mato espera sacar tajada en la capital y aliviar los malos resultados que lo llevaron a aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) en su centro de Aranjuez el año pasado.

Con el nuevo emplazamiento en el horizonte, Comar convocó en febrero de este año un proceso de selección de 200 personas que recibieron cursos de formación para desempeñar tareas como las de croupier.

La sombra de Eurovegas

El desembargo de ambos grupos en Madrid tiene también una lectura política. El pasado año, Esperanza Aguirre, que aún gobernaba la Comunidad de Madrid, introdujo una serie de modificaciones en la Ley de Juego autonómica para permitir abrir una sucursal dentro de la ciudad a los dos casinos de la región: Torrelodones y Aranjuez.

Una maniobra que muchos interpretaron como una compensación para las empresas que se verían afectadas por la llegada de Eurovegas. Los dos grupos aceptaron la invitación para expandir su negocio. Para Comar, la expansión es un reto importante. En 2011, seis de los nueve casinos que gestiona cerraron en números rojos. Los tres que mantuvieron beneficios fueron el de A Coruña, el de Puerto Piles, en Asturias y el Gran Casino de Melilla.

La marcha del sector en Galicia tampoco fue buena el pasado año. Según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego, los casinos de la comunidad ingresaron en la comunidad un 33% menos que en 2011. Sólo hay dos: el Gran Casino de La Toja de Egasa, y el Casino Atlántico de A Coruña de Comar.

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