Un mosaico de inversiones y un gran proyecto social

La muerte de Rosalía Mera deja tras de sí la tercera mayor fortuna del Estado, dos centros de operaciones de gran calibre y un número de inversiones difíciles de seguir. También en este apartado, la cofundadora de Inditex, se empleaba con intensidad. Hoteles, inversiones inmobiliarias, energías renovables, proyectos tecnológicos y algunas aventuras al otro lado del charco, desvelan la firmeza del pulso inversor de Mera.

En la última etapa de la presidenta de la Fundación Paideia Galiza, también hubo pasos en la otra dirección. La ex mujer de Amancio Ortega, la empresaria de Monte Alto, se desvinculó Galician Marine Aquaculture, el gran proyecto en materia de acuicultura de la administración de Núñez Feijóo. Se trataba de una planta de cultivo de abalón (oreja de mar) levantada en la Ría de Muros e impulsada con subvenciones de la Xunta y fondos europeos para corregir el parón de la acuicultura gallega. Rosp Corunna Participaciones Empresariales controlaba más del 30% del capital, pero su participación se fue diluyendo en diversas ampliaciones, hasta que la accionista de Zeltia y de Inditex dejó vacante su puesto en el consejo a petición propia.

Rosp Corunna

Rosp Coruna es el centro de operaciones para canalizar la fortuna de Mera. Desde ese espacio controlaba su participación en la multinacional textil, un 6,9%, y en la farmacéutica Zeltia de su amigo José María Fernández de Sousa-Faro (con un 5%).

Y a partir de ahí, se despliega todo un crisol de inversiones. El abanico es muy amplio, desde espacios para la producción de jóvenes creadores hasta sociedades biotecnológicas, de patentes de cultivos y de identificación y custodia de neonatos en los hospitales, hasta productoras como Continental o Milou Films…

También cuelgan de Rosp Corunna sociedades de inversión mobiliaria en capital variable (Sicav) y otras ubicadas en plazas off shore que alivian la factura fiscal del grupo , como el caso de Nine Thirty Rosp Investments LLC, participada por la ex mujer de Amancio Ortega en un 86% y en la que también figura su hija Sandra como administradora.

En definitiva, un grupo muy diversificado dirigido desde A Coruña por una millonaria atípica, de la que destacan su proximidad y tenacidad quienes la conocen.

Paideia Galiza

Con estos valores, la madre de Sandra y de Marcos emprendió un viaje en el ámbito social al que dedicó gran parte de sus fuerzas. Paideia Galiza, creado en 1986, coincidiendo con su salida del día a día de Inditex y poco después de su separación de Amancio Ortega.

Dentro de la discreción que ha llevado por bandera Mera, de la que también hace gala su ex marido, las concesiones a los focos mediáticos se han producido para impulsar proyectos de la fundación, su centro de operaciones para promover iniciativas en el mundo de la discapacidad.

Desde la fundación se promueve Trébore S. L., una sociedad dedicada a la economía social pensada para la inserción laboral y la capacitación personal de colectivos en desventaja, y que desarrolla una intensa actividad en jardinería y viverismo, entre otras.

Paideia también impulsa través del Centro de Iniciativas Empresariales Mans, un vivero de empresas que se extiende a través de 3.500 metros cuadrados de superficie en las inmediaciones de A Coruña, destinado a la producción musical y audiovisual. El proyecto ha recibido sustanciosas subvenciones, tanto de la Xunta de Galicia, a través del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), como de fondos europeos.

Los herederos de la fortuna

¿Y qué pasará con esta fortuna? Rosalía Mera tuvo dos hijos. Marcos, que nació afectado por una parálisis cerebral, y Sandra, muy apegada a su hermano.

Ambos son herederos directos de Mera y también de su otro progenitor, Amancio Ortega. El papel que jugará Sandra, que heredó la discrección de la que hace gala toda la familia y, presumiblemente, las acciones de su madre en Inditex, está por ver. Por lo pronto, podría convertirse en la mujer más rica de España, por desgracia.