Un grupo de ingenieros gallegos planta cara a los gigantes de Silicon Valley

El equipo de Linknovate, con sedes en Santiago de Compostela y Palo Alto (California), ha creado una herramienta que pone al alcance de las empresas todo el conocimiento científico

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Google, Facebook, Linkedin… Linknovate tiene un poco de todos, pero ninguno se le parece. Esta start-up salida de la aceleradora de empresas de la Universidad de Stanford, en California, está llamada a revolucionar las relaciones entre empresas e investigadores. Y lo mejor de todo es que su equipo es 100% gallego.

Los ingenieros Javier Cambón y Manuel Noya, sus impulsores, coicidieron en Estados Unidos gracias a una beca de la Fundación Barrié. El primero sigue en Palo Alto, donde Linknovate tiene una de sus sedes. La otra está en Santiago, aunque buena parte del equipo trabaja desde A Coruña.

El principal activo de esta joven empresa, que ya comienza a sumar reconocimientos a nivel europeo, es un motor de búsqueda que permite a las empresas rastrear de manera sencilla toda la producción científica que se vuelca en la red.

Buscar lo desconocido

Hasta la fecha, la relación entre las compañías y los centros de investigación se hacía «de manera muy artesanal», reconoce Noya. Con Linknovate y su herramienta de vigilancia competitiva, las empresas tendrán la posibilidad de encontrar colaboradores en tecnologías emergentes que muchas veces desconocen por el simple hecho de que son nuevas.

El funcionamiento es muy sencillo. Tras registrarse, las firmas pueden realizar una búsqueda conceptual que le aportará dos resultados: un listado con los centros donde se están llevando a cabo trabajos de investigación en ese ámbito y, al mismo tiempo, una serie de gráficos y visualizaciones con los que poder entender mejor ese campo. «Al contrario que en Google, aquí no sabes lo que te tiene que salir», aclara su fundador, «es Linknovate quien te ayuda a descubrir lo que estás buscando».

Su objetivo, además de tender puentes entre los investigadores y las empresas, es también dar visibilidad a las pymes y grupos de investigación cuyos proyectos e ideas muchas veces «se quedan en el cajón por falta de conocimiento». Por eso, su siguiente paso será dar la oportunidad a estas entidades de editar sus perfiles y añadir a ellos la información que consideren oportuna.

Vuelta a casa

En lugar de quedarse en Palo Alto, cuna de grandes empresas tecnológicas, Manuel Noya prefirió regresar a casa. «Siempre hemos querido volver a Galicia. Ganar el primer proyecto europeo fue lo que lo posibilitó. Y después, está el hecho de que para fichar gente talentosa España, y Galicia en particular, es uno de los mejores sitios en el mundo«. «Los ingenieros de software, mucho mejor que en Silicon Valey. Aquí sobra talento –asegura–, pero todavía falla la actitud a la hora de tomar riesgos, aunque la cosa parece que mejora».

Ser los número uno entre doscientos aplicantes en la aceleradora de proyectos de TIC Fiware Finodex, financiada por la Comisión Europea, o lograr dos premios H2020, también con el apoyo de Bruselas –el último en un consorcio con universidades suecas y alemanas y socios de la talla de Intel y British Telecom– son una buena muestra de que talento no les falta.

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