Turkish huye de Galicia y de su guerra entre aeropuertos

La aerolínea deja Santiago tras ser incapaz de llenar los aviones en un mercado descoordinado

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Galicia no es país para Turkish. La aerolínea pondrá pies en polvorosa y dejará de operar desde Lavacolla a partir de la primera semana de junio. Culmina así el pasó atrás que dio el año pasado, con la reducción de frecuencias en el aeropuerto compostelano que pasaron a realizarse en Oporto, en Sá Carneiro.

Turkish no cumplió sus objetivos en cuanto a tráfico. Alcanzó los 33.000 pasajeros en 2014, antes de la reducción de vuelos, pero fue insufiente. Fuentes cercanas a la aerolínea confirman que a la «baja afluencia» del enlace se sumaban las «dificultades» para consolidar la línea que abría a Galicia la puerta de Asia y que era de especial importancia para atraer al turista coreano, que había ido al alza en los últimos años.

Huida a Oporto

La decisión, que todavía no oficializó la aerolínea, pilló por sorpresa al Concello de Santiago, que acababa de renovar el convenio de promoción que ya existía durante el mandato del Partido Popular en la capital gallega y que había realizado recientemente dos campañas de promoción con Turkish en Japón y Corea del Sur, además de tener otras dos programadas destinadas al mercado coreano.

Actualmente, según fuentes del Concello, el vuelo que unía Santiago y Estambul movía unos 15.000 pasajeros. El Gobierno de Martiño Noriega espera reunirse con la dirección de la compañía la próxima semana para conocer los detalles de la decisión y, si fuera posible, evitar la espantada.

Turkish aterrizó en Lavacolla porque lo consideraba el más adecuado de los aeropuertos gallegos con el objetivo de entrar en un mercado en el que no tenía competidor y que debería, a su juicio, atraer pasajeros de toda Galicia, incluso del norte de Portugal. Y es allí donde estará la nueva puerta hacia Asia, en Sá Carneiro, después de que las cifras de tráfico quitasen la razón a la estrategia inicial de la aerolínea.

La guerra de siempre

En Santiago se busca culpable. Martiño Noriega achacó a la ausencia de «una política aeroportuaria coordinada en el país» y a la «falta de implicación de la Xunta» para conseguirla la marcha de Turkish.

Noriega añadió que «la relación que había» con la aerolínea residía en un convenio de colaboración «no basado en cuestiones económicas», ya que esta empresa «no opera en base a cuestiones económicas ni a las líneas de subvención y únicamente opera por resultados».

«Reconoce que el aeropuerto de Compostela es el mejor aeropuerto del país, pero sí echa en falta una política aeroportuaria coordinada, como echamos muchos», ha incidido. 

La versión de Compostela Aberta es que Turkish se va porque la línea no es rentable, no consigue el suficiente volumen de negocio. Y no lo hace porque no existe una estrategia de país para que lo haga.

«Yo creo que lo que queda encima de la mesa es que no hay política aeroportuaria cooordinada, y nosotros ya lo dijimos tanto con el presidente de la Xunta en la reunión como con el Ministeiro, que no tenemos ningún problema en coordinarnos. Es cierto que con Vigo existen muchos más problemas… pero con A Coruña. Y Fomento entiende que esa colaboración es interesante», enfatizó Noriega.

Otro cantar es la Xunta, a juicio de Compostela Aberta.

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