Tres años en quiebra técnica

El patrimonio negativo era de 168 millones en 2010 y de 344 millones en 2011, hasta llegar a los 927 millones de agujero del año pasado

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Como si de darle la vuelta a un calcetín se tratase, los forenses de KPMG presentan un balance y una cuenta de resultados diametralmente opuesta a los difundidos oficialmente por la compañía. No sólo en 2012, sino tres años atrás. De todo ello se deduce que Pescanova lleva al menos desde 2010 en quiebra técnica. En los estados financieros que toman como referencia, los presentados por la compañía a la CNMV y devueltos por el regulador bursátil este mismo año, se desprendía que en 2012 el patrimonio neto de Pescanova era de 147 millones. Una vez revisados por KPMG, con lo que denominan “los ajustes potenciales identificados”, resulta un patrimonio neto negativo de 927 millones al cierre del año pasado.

Si Pescanova, en su balance correspondiente a 2010, decía que tenía un patrimonio neto positivo de 477,1 millones de euros, los forenses de KPMG le dan la vuelta y lo sitúan, en negativo, en 168,1 millones en ese ejercicio. Un año más tarde, en 2011, la multinacional declaraba un patrimonio neto en sus cuentas anuales consolidadas de 531 millones de euros, cifra que, revisada por el forensic, se sitúa realmente en 344,4 millones en negativo. Es decir, el agujero de Pescanova no es de ayer, sino que se arrastra al menos durante tres años, en los que se iba prácticamente duplicado ejercicio tras ejercicio.

A mayores, los auditores aseguran que “se ha puesto de manifiesto la existencia de determinadas pérdidas adicionales que no habrían sido registradas por parte del Grupo Pescanova durante los años analizados (2010, 2011 y 2012) sobre las que no hemos obtenido evidencia suficiente que nos permitiese concluir en qué ejercicio tuvieron lugar”. Todavía más incertidumbre.

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