Trabajo amenaza al fútbol modesto

Los clubes piden una solución para regular su situación sin ahogar sus cuentas

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Ha sido una semana agitada para los clubes de la Tercera División gallega. Técnicos del ministerio de Trabajo se personaron en sedes de los equipos para realizar inspecciones en las que solicitaban información sobre sus cuentas y sus trabajadores.

No es un caso aislado. Los clubes ya conocían esta campaña de inspecciones desde que desembarcó en el fútbol catalán hace apenas dos meses. Según fuentes de los equipos, se les reclama que todas las personas que formen parte de la entidad coticen a la Seguridad Social, en un escenario,el del fútbol aficionado, en el que abundan los colaboradores y voluntarios que sacan adelante el día a día.

Los clubes gallegos se reunieron este fin de semana para cerrar filas. El sentimiento general lo expresa el presidente del Barbadás, que milita en la Tercera División gallega. “Aquí estamos todos igual,somos conscientes de que estamos fuera de la legislación vigente. Pero aplicarla de manera estricta implicaría la desaparición de las instituciones”, explica José Manuel Fernández.

Nueva regulación

El encuentro entre los presidentes, en una asamblea de la Asociación de Clubes Galegos de Fútbol (ACGF) programada antes de la llegada de los técnicos del ministerio, sirvió para poner en común lo sucedido durante las inspecciones a clubes como el Bergantiños o el Racing Villalbés, entre otros.

El presidente de la ACGF, Ángel Garrido, manifestó su deseo de mantener una reunión en la Federación Galega de Fútbol para buscar una solución. Esta pasa, según Garrido, por potenciar una fórmula de regulación para el fútbol aficionado, que no implique asegurar a todos los trabajadores. Esta última solución, pondría en peligro la supervivencia de los clubes.

“Hablamos de la gente que está en la cafetería, el personal de taquilla o las personas que surten balones. Es insostenible, en un momento en el que es difícil cobrar incluso por la publicidad en los campos. Por eso tenemos que buscar una solución alternativa”, explica Garrido. En declaraciones a la Radio Galega, el presidente de los clubes insistió en que los directivos pierden dinero y tiempo con sus familias por mantener los proyectos.

La Xunta

Ese es el sentimiento general de los clubes, convencidos de que su actividad está fuera del campo profesional, y dentro del esfuerzo y el voluntarismo por sacar adelante a las entidades. “Es triste que se metan con equipos de Tercera División cuando hay manga ancha con clubes de presupuestos millonarios”, sentencia José Manuel Fernández.

La opción ahora es buscar un acuerdo con la Federación Galega y con la Xunta, para impulsar una nueva normativa que regule la actividad de las entidades sin ahogarlas. Esta es la intención de los clubes después del susto. Los presidentes han expresado su intención de hacer un esfuerzo para regularizar su situación. «No podemos vivir al margen de la ley», dicen representants del Bergantiños, uno de los equipos inspeccionados. Pero saben una aplicación estricta de la normativa podría situarlos al borde del abismo.

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