Tomás Olivo: el magnate del MAB que bate a empresas del Ibex 35

El desplome del índice bursátil español de referencia hace que una compañía con apenas nueve centros comerciales supere a un tercio de sus cotizadas

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Colocar en una misma frase Marbella, construcción y años 90 es sinónimo de la figura de Jesús Gil y Gil. A su sombra se desarrolló un sistema de influencias que erigió sobre la ciudad andaluza una permanente sospecha de la que es imposible desligar nombres como el de Tomás Olivo. Desconocido para el gran público, este empresario de origen murciano es la séptima fortuna española y ha conseguido que la socimi que tiene registrada en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) sea más valiosa que una decena de empresas del Ibex, como Bankia, Bankinter, Almirall, Indra o Banc Sabadell.

El último informe del sector inmobiliario elaborado por Jones Lang Lasalle sitúa a General de Galerías Comerciales al mismo nivel que Colonial y Merlin Properties. Elaborado durante el mes de septiembre, hoy la cotizada controlada al 99% por Olivo capitaliza en 3.640 millones de euros frente a los 3.070 millones y los 2.650 millones de sus rivales. Con solamente nueve centros comerciales en su haber, la atonía del MAB y las pocas acciones en circulación –solo 52 millones de euros– provocan que la criatura sea la mayor socimi de España ahora mismo.

Olivo rebate así la teoría del fin de la era de los centros comerciales. O eso intenta: “estoy dejando de ganar diez millones de euros al mes por culpa del coronavirus”, lamenta ante todo el que quiera escucharle. Su joya de la corona: el centro comercial La Cañada (Marbella).

“Tiene algunos de los establecimientos que más dinero ganan de todo el país”, explican las fuentes del sector consultadas por Economía Digital. Todos en ciudades secundarias del país –Mataró (Barcelona), Almería, Cádiz, Granada o Alicante— ultima su desembarco a Madrid después de que en febrero cerrase la compra de la pastilla comercial de Valdebebas, con casi 150.000 metros cuadrados de terreno.

General de Galerías Comerciales ganó casi 50 millones en el primer semestre de 2020

Sin embargo, la primera pregunta que surge es: ¿realmente vale tanto General de Galerías Comerciales? Veamos: en el primer semestre del año registró un beneficio de 48,3 millones de euros con unos ingresos de 68,8 millones. En comparación, Colonial perdió 26 millones con una facturación de 177 millones y Merlin Properties obtuvo unas ganancias de 70,9 millones con unas ventas de 259,4 millones.

A nivel de patrimonio, las otras dos grandes socimis del país sí que pasan la mano por la cara a la firma de Olivo, que presume de activos que rondan los 2.000 millones frente a los 12.164 de Colonial y los 12.775 de Merlin. En cambio, la firma con sede en Marbella cuenta con una gran ventaja: no tiene deuda financiera, pues todos los centros comerciales de su portafolio se construyeron a lo largo de los años con recursos propios.

Las cifras le valieron para colocarse por encima de Meliá, Indra, Banc Sabadell, Almirall, Acerinox, Cie Automotive, Solaria, Pharmamar, Merlin Properties, Viscofan, Bankinter, Colonial y Bankia; todas ellas cotizadas en el Ibex. Y más allá de lo hinchada que pueda estar su valoración por la falta de movimiento de sus acciones, lo cierto es que la firma debutó en el parqué con un valor que no alcanzaba los 2.000 millones de euros.

A partir de aquí nace una segunda pregunta: ¿cómo llegó Tomás Olivo a ser la séptima fortuna española? Por delante solo tiene a Amancio Ortega y su hija Sandra (Inditex); Rafael Del Pino, presidente de Ferrovial; Miguel Fluxà, dueño de Iberostar; Juan Roig, propietario de Mercadona; y Juan Abelló, inversor con el vehículo Torreal. Para responder, las versiones divergen: «es un tipo muy inteligente», dicen unos; «el soborno con el que consiguió hacer el centro comercial de La Cañada», dicen otros. Probablemente la verdad tenga parte de ambas realidades.

Tomás Olivo fue procesado y posteriormente absuelto en la operación Malaya

Olivo todavía dirige su imperio desde unas oficinas situadas en La Cañada. «Viene desde abajo, es de los que se ponía el casco y hacía cemento en las obras», coinciden todas las voces. Avanzó a la sombra de Gil y Gil y su gran golpe se produjo con la construcción del centro marbellí. Procesado y luego absuelto en la operación Malaya, los investigadores aseguraban que en 1994 pagó una comisión de 1,6 millones de euros (270 millones de pesetas de la época) al entonces alcalde de Marbella y su exasesor de Urbanismo, Juan Antonio Roca, para obtener una parcela de suelo destinado originalmente para actividades rústicas.

Peor devenir tuvo la acusación de maltrato realizada por su mujer, que en 2013 derivó en una condena de siete meses de cárcel. En el aire tiene también la petición de 18 años de cárcel por parte de la Fiscalía Anticorrupción de Málaga por presuntos delitos de cohecho, prevaricación y malversación de caudales públicos; también vinculados a la construcción de La Cañada.

Los que lo conocen desde entonces no niega que tuviera tratos con el Ayuntamiento, «como todos los empresarios de aquella época; Marbella entera está construida sobre suelo que estaba catalogado con otros usos».

A Olivo hay que reconocerle, eso sí, que no se quedó allí. Desde La Cañada expandió General de Galerías Comerciales hasta lo que es hoy. «Es un tipo muy directo, tacaño, muy duro de pelar, él negocia hasta el tiovivo que tiene en la puerta de su centro comercial», define un empresario que ha hecho negocios con él. Su gran apoyo, su sobrino Ginés, en el que delega toda las tareas administrativas.

Don Tomás –así le llaman en la empresa– es el mayor propietario de suelo de Marbella

Ha construido una compañía fiel a su personalidad –«siempre busca soluciones simples»-, con apenas estructura y poco personal. De hecho, es habitual visitar sus oficinas sin cita previa y acabar reunido con él si Don Tomás tiene un hueco en la agenda.

No obstante, el imperio de Olivo no termina en los centros comerciales. A las numerosas inversiones que tiene en República Dominicana se le une un dominio inapelable sobre el suelo marbellí. «Es el tipo con más terrenos de toda la ciudad», explican allí. La fórmula: compró todo el suelo que había acumulado el magnate Judah Bingstock a sus herederos.

Además del negocio inmobiliario, Olivo se estrenó este mismo año con su primera gran operación financiera al adquirir en junio el 3% de Unicaja.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp