Tino Fernández mutila las filiales del Deportivo en pérdidas

Al cambio en el modelo de explotación de Playa Club, se suma el cierre del gimnasio Zona Fit de Riazor, que controlaba otra participada en números rojos

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La historia del concurso de acreedores del Deportivo es también la historia de la reconversión de sus filiales. El club salió de la suspensión de pagos en febrero de 2014 con dos filiales de las seis que manejaba durante la presidencia de Augusto César Lendoiro en proceso de liquidación, Actividades RC Deportivo en medios de comunicación y Ediciones Deportivas Gallegas. La primera era una agencia de publicidad con un patrimonio de 11.000 euros, la segunda la editora de Depor Sport, que presentó una deuda de 1,5 millones y tenía un patrimonio neto negativo de 606.500 euros en su último ejercicio.

Las otras cuatro las heredó el nuevo consejo de administración presidido por Tino Fernández, que procedió a remodelar aquellas que tenían una contabilidad más delicada. El último paso ha sido echar el cierre al gimnasio que gestionaba el Deportivo en los bajos de Riazor, Zona Fit, que formaba parte de la filial Iris Servicios y Sistemas Interactivos –rebautizada ahora como RCD Actividades y Servicios Generales–. Esta sociedad presentó en 2013 pérdidas de 260.568 euros y un agujero patrimonial de 606.500 euros. En 2014 volvió a registrar un resultado negativo de 24.501 euros.

Préstamo para tapar el agujero

El cierre del gimnasio a partir del 1 de enero se debe, según transmitió el club, a la nula rentabilidad de la actividad, que entre enero de 2014 y noviembre de 2015 acumuló números rojos por valor de 130.000 euros. En el espacio, la directiva plantea crear un museo dedicado a la historia del Deportivo, «con motivo del 110 aniversario de la fundación».

El agujero de Iris tuvo que taparse con un préstamo participativo otorgado por el Deportivo —que en realidad controla el 100% de la sociedad– para evitar que entrase en causa legal de disolución. El club no explica a cuánto ascendió la cuantía del préstamo, pero sí que especifica que no cobraba alquiler por las instalaciones de Riazor que utilizaba el gimnasio.

Los despidos del Playa Club

La amputación al negocio de Iris llega después de la reconversión de Deporhostelería Playa Club, dedicada a la hostelería y la explotación de locales de ocio de sobra conocidos en A Coruña. Los números de la filial hostelera eran un poema. Presentó pérdidas en 2014 de 376.518 euros, con un patrimonio neto negativo de 305.000 euros. En 2013 registró números rojos de 134.845 millones. Mantenía una deuda con el Deportivo de 1,7 millones y con otros acreedores de 333.000 euros.

Tino Fernández decidió mantener en pie la empresa, pero dejar de explotar directamente los servicios de cafetería, restaurante y discoteca. La fórmula para devolver la rentabilidad a la filial fue dejar una mera sociedad instrumental dedicada a alquilar el espacio a quien lo quiera explotar.

Para esta reconversión, a comienzos de año del Deportivo comunicó el despido a siete trabajadores, que han recurrido, en la mayoría de casos, al juzgado.

Las filiales ‘buenas’

Las otras dos filiales restantes, Tino Fernández las ve con mejores ojos. Deportiendas es un negocio rentable, saneado y que, a priori, está llamado a crecer. El club gestiona el local directamente y, a la espera de conocer el balance del actual ejercicio, las ventas habían presentado un comportamiento positivo. Hace un año, el presidente del Deportivo hablaba de un 50% de incremento, impulsadas por la camiseta con la bandera gallega.

Clínica Deportivista, con un local en propiedad, también presentaba un balance saneado. Presta, como su nombre indica, servicios clínicos tanto al Deportivo como a clientes externos. Tenía una deuda con el club de 300.000 euros, pero presentaba resultados positivos, de 1.939 euros en 2014 y de 619 el año anterior.

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp