Tino Fernández afronta su junta general más complicada en el Dépor

En menos de 48 horas, Tino Fernández se juega su futuro al frente del Real Club Deportivo de La Coruña, una entidad que comenzó a gestionar cuando estaba al borde de la quiebra y a la que en estos años ha sabido devolver en parte la buena salud financiera.

Sin embargo, el actual presidente llega a la junta de accionistas de este jueves bastante tocado. El descenso del primer equipo, sumado al distanciamiento que mantuvo durante meses con un sector importante de la afición, amenazan con pasarle factura e, incluso, poner en riesgo su reelección.

Y es que Tino no está solo en este proceso. Miguel Otero, el otro candidato, está dispuesto a pelear con uñas y dientes por el puesto, como ha demostrado con los enfrentamientos que ha mantenido con su rival en las últimas semanas, que han desembocado en la presentación de dos demandas de impugnación; una relativa a la decisión del Consejo de no aceptar el 5% del capital social que aseguraba representar el candidato para pedir la convocatoria de junta, y otra precisamente en la que reclama la suspensión cautelar de dicha junta, que de prosperar dejaría la fecha de las elecciones en el aire.

Proyecto económico

En cuanto a los programas económicos de los candidatos para el club, Otero aboga por un modelo similar al del Benfica portugués, con una estrategia basada en servicios ajenos al negocio del fútbol como la telefonía, la energía o los seguros.

Por su parte, Tino Fernández aboga por continuar el trabajo realizado en ls últimos cuatro años y cancelar cuanto antes las mayores cantidades de deuda con el objetivo de hacer solvente la entidad “para que el futuro del Deportivo no vuelva a estar jamás pendiente de aspectos económicos”.