Textil Lonia emerge como el segundo mayor grupo textil de Galicia

Solo Inditex supera en ventas a la empresa ourensana, que ya duplica los ingresos de Adolfo Domínguez

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A Textil Lonia no le gusta presumir. Desde su fundación, la compañía ourensana ha hecho gala de una discreción a lo Ortega y cuando suena el teléfono en el polígono ourensano de Pereiro de Aguiar siempre se escucha la misma respuesta: “Nuestra política es la de no hablar con los medios, simplemente, os remitimos a la información que es pública, pero no hacemos declaraciones”.

Fundada y pilotada por los hermanos de Adolfo Domínguez, Francisco Javier y Josefina, así como Jesús, representado en el consejo de la compañía por su hija María; y ubicada a pocos metros de la planta del modisto ourensano, las cosas no le han ido mal durante la crisis, de la que sale como el segundo mayor grupo textil de Galicia. Solo Inditex la supera en ventas.

Si no estuviera Inditex…

Si Adolfo Domínguez atrae las miradas, es la compañía que comercializa las marcas Purificación García y Carolina Herrera la que atrae a los clientes. En su último informe de cuentas facturó 231 millones de euros, frente a los 111 que presentó la multinacional del modisto ourensano en el ejercicio de 2013.

Esos 231 millones convierten a Textil Lonia en la segunda mayor empresa de Ourense por facturación, solo superada por Coren, y muy lejos de cualquier otra textil gallega. Florentino factura alrededor de 13 millones, Roberto Verino en 2012 ingresó 40 y Bimba y Lola 70 millones. Están a años luz.

Bimba y Lola fue fundada por Jesús Domínguez, el cerebro financiero de la saga familiar, junto a sus hijas Uxía y María. La puesta en marcha de esta empresa marcó también el relevo generacional en Textil Lonia, en cuyo órgano de administración se sienta ya María Domínguez Rodríguez, en el lugar que ocupaba su padre.

La internacionalización

Así pues, Inditex es de otra galaxia, pero en el mundo de los mortales, Textil Lonia se impone. Entre otros factores, explican en el sector, por una estrategia de expansión acertada y por la pujanza de las marcas, sobre todo, de Carolina Herrera.

Salir al exterior no es tan sencillo como abrir tiendas. Adolfo Domínguez, en pleno proceso de reestructuración de su red, que implica numerosos cierres en España y Portugal, contaba con 649 tiendas a cierre de ejercicio, 252 en el extranjero. Textil Lonia alcanzó las 516 en 2012, con 10 filiales internacionales. Menos tiendas pero mejor resultado.

En su expansión internacional, los hermanos de Adolfo Domínguez se apoyaron en plazas de tributación blanda para abaratar su factura fiscal, semi paraísos fiscales como Delawere, donde se ubica la filial Sociedad Textil Lonia Corp, una de las más capitalizadas del grupo.

La sombra de Ortega

La ruptura con Adolfo Domínguez estalló con la salida a bolsa de la multinacional en 1997, cuando los tres hermanos aprovecharon para vender su participación, una manera rotunda de saldar diferencias. Ingresaron 90 millones y pusieron a andar Textil Lonia. Desde entonces la nueva compañía navega sin rostro, marcando una diferencia notable con respecto a la perenne imagen del modisto ourensano.

No solo se parecen a Ortega en esa discreción, también en algunas particularidades como la de mantener a un grupo de profesionales de confianza para levantar, rehabilitar y conservar sus establecimientos en todo el mundo. En el caso de Inditex, son empresas gallegas, en el de Lonia, son dos gallegas, dos ourensanas y una del norte de Portugal. Pero la empresa de la familia Domínguez va incluyendo detalles, cambios de imagen, en función de los lugares por donde se expande, algo que no está en el ADN de Inditex.

El imperio fundado por Amancio Ortega juega en otra liga, sus ventas en 2013 alcanzaron los 16.724 millones. Textil Lonia está todo lo lejos que puede estar en el ranking, consolidada como la segunda mayor textil de Galicia.

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