Telefónica aísla a Venezuela por las deudas de Maduro

La compañía restringe las llamadas internacionales a sólo ocho países y a las islas del Caribe. El gobierno venezolano acumula una deuda millonaria con la companía

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Telefónica ha cortado la comunicación de Venezuela con el exterior, salvo con ocho países y algunas islas del Caribe. La desconexión de las líneas internacionales es la última medida drástica asumida por una compañía extranjera que ve cómo las deudas del gobierno de Venezuela no dejan de crecer.

La multinacional española, con 12 millones de clientes en la país, ha confirmado que las llamadas internacionales y el roaming queda reducido a ocho países (Aruba, Brasil, Estados Unidos, España, México, Panamá, Perú, República Dominicana) y al resto de las islas del Caribe.

Telefónica había anunciado en junio la suspensión o la restricción de los servicios de video streaming, mensajes de texto internacional, videollamadas y Twitter SMS, pero no había comunicado formalmente la reducción de las llamadas internacionales.

Los servicios han sido limitados por la dificultad que tiene la filial venezolana de Telefónica para adquirir dólares o euros, lo que en la práctica supone una deuda en divisas extranjeras del gobierno de Maduro con la compañía española. El régimen venezolano tiene prohibido el cambio de moneda en Venezuela, una operación que sólo puede autorizada por el gobierno nacional para controlar la marcha de la economía. 

La tercera operadora móvil del país, Digitel, también ha anunciado que dejará de ofrecer llamadas internacionales a todos los países. La empresa suprimió las llamadas a más de 100 países. 

El peculiar mecanismo cambiario

La escasez de moneda extranjera es la principal causa del desabastecimiento de productos básicos y alimentos en un país que se ha transformado en importador durante los últimos años. El gobierno ha ido retrasando a las empresas extranjeras el cambio de sus ventas en moneda local a euros o dólares, una medida que ha ocasionado el cierre de operaciones de Alitalia en Venezuela y la drástica reducción de vuelos de Air Europa e Iberia, que ya prácticamente no venden billetes en moneda local.

Fuentes cercanas a Telefónica aseguran que la compañía tiene serias dificultades para pagar en dólares y euros a sus proveedores extranjeros. Por eso ha recurrido a una medida de suspensión similar a las que había aplicado en 2010 y 2011, con la restricción de llamadas internacionales.

La errática política cambiaria del gobierno venezolano genera una enorme incertidumbre entre las grandes compañías españolas en Venezuela, salvo Repsol que, por su condición de petrolera, negocia los contratos directamente en dólares.

Telefónica reconoció un impacto de 2.840 millones de euros en febrero de este año con la devaluación del bolívar de 12 a 50 dólares. Seis meses después, la moneda local ha superado los 600 bolívares por dólar en el mercado negro, lo que augura un nuevo mazazo en las cuentas de la multinacional. 

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