Sargadelos sale del concurso con 6 millones de deuda por pagar

Si los planes avanzan según lo previsto, el 10 de febrero Sargadelos firmará el convenio que rubricará su salida de la suspensión de pagos en la que cayó en marzo de 2015 con una deuda cercana a los 7 millones de euros. Al concurso de acreedores llegó el grupo con apenas 500.000 euros en el banco, en cuentas repartidas por BBVA, Abanca, Caixabank, Pastor y Santander. El líquido en tesorería no llegaba a los 200.000 euros en el caso de las dos empresas afectadas, Cerámica del Castro y Fábrica de Sargadelos. 

La histórica compañía gallega, vinculada a figuras como Isaac Díaz Pardo o Luis Seoane, aplicó un ERE en los centros productivos de Sada y Cervo y presentó un plan de viabilidad, fundamentado en ampliar la venta on line e internacionalizar el negocio. Las indemnizaciones de los 70 despidos están todavía por abonar, según fuentes sindicales, pero la salud financiera de la empresa ha mejorado, según informan desde la propia Sargadelos, donde cifran en 6 millones la deuda que quedará por pagar tras el cierre del convenio.

Todo el control para el presidente

Entre los acreedores estaban Abanca, BBVA, Caixabank o la Xunta, además de la plantilla.
El presidente, Segismundo García, prefiere no hablar de los plazos ni de los detalles del convenio acordado hasta que se firme, si bien asegura que ahora mismo la intención es «conservar los dos centros de trabajo y la plantilla actual».

García es también el máximo accionista de la empresa. Durante el concurso de acreedores compró paquetes accionariales a la familia Vázquez, antiguos trabajadores de Sargadelos a los que Díaz Pardo premió con acciones. El presidente tiene, según afirma, en torno a un 65% del capital, lo que le da un amplio control sobre el grupo.

Expansión

Las sensaciones son buenas. Sargadelos empieza a abrir puntos de venta en donde detecta más demanda de sus productos. Han sido dos en Inglaterra y otro en Tokio. Este mismo jueves, la empresa negociaba la apertura de un establecimiento en la República Dominicana.

Las ventas van mejor y los gastos se han reducido, por lo que la perspectiva es mantener los puestos de trabajo.