Sargadelos enfila el concurso pese a la inyección de oxígeno que le aportó la banca

Las plantas de Cervo y Sada consiguieron la novación de un crédito de casi dos millones de euros en febrero

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El Grupo Sargadelos ha sido desde siempre una referencia empresarial para Galicia por las connotaciones culturales e históricas que tiene con la comunidad. Sin embargo, la compañía dedicada a la fabricación de cerámica atraviesa un momento muy delicado. Tras cuatro años acumulando números rojos y expedientes de regulación temporales dentro de la plantilla, esta semana, los administradores de la firma presentaron en el juzgado la solicitud de preconcurso de acreedores para las sociedades que gestionan las plantas de Cervo (Lugo) y O Castro (Sada). Además, preparan medidas contundentes para reducir costes. Entre ellas una considerable reestructuración de personal. Entre las dos factorías suman unos 170 trabajadores, la mayoría de ellos mujeres con más de 30 años en la empresa.

Fuentes del grupo aseguraron a Economía Digital que la situación es tan complicada que la única alternativa es la petición del preconcurso, el paso previo a la antigua suspensión de pagos. Según explican, la compañía tiene previsto acometer desinversiones para poder ser rentable, pero “en ningún caso se modificará la estructura societaria o se venderán los centros productivos”. El plan de viabilidad que se pretende realizar pasa por la renovación de la marca, la expansión en el mercado internacional y, sobre todo, por “adecuar la estructura del grupo al volumen de ventas”.

Facturación y plantilla

No es la primera vez que desde el grupo de cerámica se quejan de la escasa facturación que ha traído aparejada la crisis. El volumen de ventas apenas cubre los gastos de personal que genera la plantilla. Efectivamente, según la memoria anual de Cerámicas do Castro SL, en 2012 la planta sadense facturó 2.271.986 euros. El pago de salarios le supuso un desembolso de 2.166.196 euros.

Sin embargo, el volumen de pérdidas no es excesivamente abultado. El ejercicio pasado las dos factorías en preconcurso sumaron números rojos por valor de 270.000 euros.

Las ‘ayudas’ de la banca

Sargadelos ha pedido entrar en preconcurso de acreedores a pesar de que este mismo año, la banca acreedora le ha concedido un soplo de aire fresco. El grupo de cerámica registró en 2012 una deuda a largo plazo con entidades de crédito por valor de 1,6 millones de euros y de 17.000 a corto. Sin embargo, en febrero de 2013 el grupo consiguió “una carencia de un año del préstamo de refinanciación con BBVA, NCG y Caixabank”. Es decir, no tendrán que hacer frente a los pagos de créditos hasta el año que viene.

Según los resultados anuales de las sociedades afectadas por las medidas de reestructuración, tanto Cerámicas do Castro SL, como Fábrica de Cerámica de Sargadelos SL poseen, en total, cinco créditos sindicados con entidades financieras por un total de 2.577.000 euros. Una de las tiendas del grupo en Santiago se ha presentado como garantía.

Ya en 2012 se acordaron una serie de medidas, explicitadas en la memoria anual, para conseguir el mantenimiento del grupo. En ningún caso se mencionaba la posibilidad del preconcurso. Las propuestas pasaban por la creación de un tienda on line, una reestructuración de personal, la novación de préstamos con entidades financieras con un año de carencia y “la obtención de un aplazamiento de pago por el Impuesto sobre Valor Añadido con la Agencia Tributaria”.

Liquidación del IGI

El citado documento también recuerda que en 2011 se comenzó el proceso de liquidación del Instituto Galego de Información (IGI), que se encontraba en causa de disolución al presentar un patrimonio neto negativo. La compañía asegura que recuperará lo invertido en el proceso de liquidación ya que la sociedad es propietaria de un bien inmueble cuyo valor en el mercado, según el criterio de tasadores independientes, oscila “entre los cuatro y los cinco millones de euros”.

Pero, por si fuera poco, otro frente se ha abierto ante el emblemático grupo gallego. En este caso judicial. El pasado octubre, la Fiscalía pidió al Juzgado de Instrucción número 1 de Viveiro que cite como imputados a 11 miembros del consejo de administración de las empresas Fábrica de Cerámica de Sargadelos SL y Fábrica de Cerámica o Castro SL, por un presunto delito societario supuestamente cometido entre los años 2000 y 2007.

Juicio por presunto desvío de fondos

El caso parte de la querella de un ex directivo de Sargadelos, Segismundo García, quien acusa a los gestores de ambas sociedades de consentir durante años el desvío de fondos hacia el IGI a cambio de “facturas falsas”. Entre los directivos que se piden imputar están, además de los máximos responsables del grupo, dos de los hijos del intelectual galeguista Isaac Díaz Pardo, Camilo y Xosé Díaz Arias, que abandonaron hace dos meses los órganos de decisión de la empresa, si bien continúan ligados a ella.

Este hecho, resaltado por Plade Consultores, los auditores de la cuentas de la compañía, es minimizado desde la propia empresa. Fuentes internas aseguraron a este medio que la denuncia es “anecdótica y carente de sentido”, por lo que esperan que “sea sobreseída en breve”.

“Los administradores de la sociedad esperan que el procedimiento indicado no suponga ninguna contingencia para la sociedad, por lo que no consideran necesario dotar de provisión alguna”, indica la memoria del ejercicio pasado de la fábrica de Sargadelos en Cervo.

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