Sargadelos busca nuevos mercados tras la paralización de su fábrica

La empresa descarta una nueva inyección de dinero público y confía en resurgir tras el ERE

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La dirección de Sargadelos repite con insistencia que la marca “está viva”, se está “moviendo” y “tiene futuro”, a pesar de que la crisis económica ha golpeado con fuerza los cimientos de la histórica firma gallega. A ella, a la crisis, atribuyen los malos resultados de la compañía en los últimos tres años, que ha provocado una sucesión de EREs de diferentes dimensiones, hasta llegar al último –que entró en vigor a principios de año y tendrá una duración de 210 días–, que paralizará la producción de la fábrica de cerámica de Cervo, afectando a 81 trabajadores.

Frente a este balance, la empresa contrapone sus últimos movimientos, enfocados a posicionarse en el mercado internacional y a fortalecer sus líneas de comercialización. Sargadelos ha puesto en marcha estudios de mercado en Rusia y Suramérica, para encontrar salida a sus productos. “Las colaboraciones y proyectos para terceros son muy importantes para nosotros. Realizamos operaciones con Estrella Galicia o Arenal Perfumerías, con proyectos de gran volumen. Estos proyectos son perfectamente exportables”, asegura José María Martínez, gerente de Sargadelos.

Un millón en ayudas

La situación podría resultar paradójica, pero tiene su explicación. La dirección expone que el actual expediente de regulación de empleo responde a la necesidad de aligerar stock. No producen porque no lo necesitan. Mientras, la empresa continúa con su actividad para buscar salida al material acumulado.

El ERE se pactó con los trabajadores en poco más de una semana. A pesar de ello, despertó suspicacias. Hace apenas dos años, Sargadelos recibió un millón de euros en ayudas de la Consellería de Industria, 400.000 euros a fondo perdido y 600.000 en forma de crédito. La condición era que mantuviese el empleo en las dos fábricas.

La empresa responde ante las dudas que ese dinero se invirtió en el proceso de reestructuración que está llevando a cabo y en potenciar el área internacional, que “no se plantea” una nueva inyección de dinero público y que recuperará la actividad a medida que repunten las ventas.

Crece en Madrid y en Internet

El futuro, en efecto, pasa por incrementar las ventas. Los últimos movimientos de Sargadelos están enfocados a mejorar su estructura comercial. Uno de los más destacados ha sido la puesta en marcha de su portal de venta online, “un espacio al que somos afines y en el que debemos tener recorrido”, según José María Martínez.

También ha abierto un nuevo establecimiento en Xinzo de Limia y ha trasladado su tienda madrileña a la calle Conde de Aranda. Una operación que, según aseguran, ha resultado un éxito. “Allí hemos crecido, a pesar de la crisis”, afirman.

La competencia desaparece

Son algunas de las constantes vitales que esgrime la compañía para demostrar que hay futuro más allá del ERE y de las dificultades. “No trabajamos con productos de primera necesidad y estos productos, en España, están sufriendo mucho. Las ventas en el sector han caído más del 30% en los últimos 5 años. Nuestra competencia en España ha desaparecido”, expone el gerente de Sargadelos.

El discurso de la empresa se centra siempre en el contexto económico y en la contracción del consumo, que afecta con más dureza cuando la mayor parte de las ventas se realizan dentro del Estado  y no hay una salida internacional para corregir el desequilibrio. Rechazan, en cambio, que se haya producido un deterioro de la imagen de la marca a causa de las ayudas públicas y del precio pagado en el proceso de reestructuración de la compañía. “Sargadelos sobrevive porque tiene una marca reconocida aquí y en el extranjero”, concluyen.

El regalo contra la vajilla

“No somos el producto de batalla, el de la hostelería, el del abastecimiento de restaurantes. Somos el regalo particular o el coorporativo”, afirma Martínez. En este restringido sector, la compañía ha seguido recibiendo pedidos, pero necesitan que aumente el ritmo para reequilibrar la producción y sacar de la incertidumbre a los trabajadores.

El proyecto de Sargadelos pasa por reforzare en todas las líneas, los establecimientos exclusivos y asociados, los proyectos en colaboración con empresas y las ventas online. Y, transversalmente, llevar a cabo un proceso de internacionalización que no llegará a tiempo para salvar la crisis del consumo en España.

A la espera de que el plan llegue a buen puerto, la empresa seguirá atrayendo muchas miradas y no exclusivamente por sus diseños. No en vano, es un referente en la historia de Galicia. Y en la Xunta lo saben. El PSdeG de Lugo ya advirtió que no tolerará que la pasividad política permita que Sargadelos se desvanezca.

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