Los auditores tocan la cara a Sandra Ortega

Deloitte plantea salvedades en las cuentas de Ferrado Inmuebles, controlada por Rosp Corunna, por infravalorar en 11,6 millones sus resultados

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Deloitte ejerce en la inmobiliaria de Sandra Ortega. Vaya si lo hace. La compañía auditora plantea salvedades en el informe que acompaña las cuentas anuales presentadas por Ferrado Inmuebles, el brazo inversor de la hija de Amancio Ortega en todo lo que tenga que ver con el ladrillo. La filial depende del holding Rosp Corunna.

La auditora plantea salvedades por infravalorar en 11,6 millones sus resultados, que en 2016 arrojan pérdidas. Ferrado tiene unos activos de 457,4 millones de euros, y sociedad declara en sus cuentas unos números rojos de 4,3 millones al cierre de 2016, frente a los beneficios apuntados en la cuenta de explotación de 39,6 millones del ejercicio anterior, el 2015.

Deloitte plantea salvedades a la compañía de Sandra Ortega por infravalorar sus resultados 

El razonamiento de Deloitte mira hacia atrás en el tiempo y se centra en los  activos por impuesto diferido del balance al 31 de diciembre de 2014, que incluía un saldo de 11,6 millones de euros que correspondía al efecto fiscal derivado de la posible compensación de las bases imponibles negativas de ejercicios anteriores, y también a diferencias temporarias.

De acuerdo con lo establecido en el marco normativo de información financiera aplicable a la sociedad, dice Deloitte, «los activos por impuestos diferidos solo pueden reconocerse en la medida en que se considere probable que la sociedad vaya a disponer de ganancias fiscales futuras contra las que poder hacerlos efectivos».

Lo que queda

Sin embargo, explica que Ferrado Inmuebles «no había formalizado proyecciones financieras ni tenía documentado un plan específico de desinversiones que permitiesen determinar si la misma generaría beneficios futuros en cuantía suficiente para poder compensar la totalidad de la citada base imponible negativa y la diferencia temporaria».

En el ejercicio 2015 la sociedad procedió a regularizar 9,9 millones de dicho saldo. Lo hizo con cargo a la cuenta de pérdidas y ganancias de ese ejercicio, «habiendo utilizado el resto del saldo indicado para compensar la base imponible positiva generada ese año». 

En consecuencia, dice Deloitte en el informe, si bien este hecho no tiene impacto sobre el patrimonio neto de la sociedad al 31 de diciembre de 2016 y 2015, el resultado todavía se encuentra infravalorado en 11,6 millones. La opinión de auditoría sobre las cuentas anuales de Ferrado correspondientes a 2015 contenía otra salvedad por dicho concepto.

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