¿Salvaría el cine independiente a las grandes salas?

Los cineclubes de Galicia se organizan para proyectar películas que no llegan a la gran pantalla

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Es una pregunta vieja pero que pocas veces tomó forma en Galicia con tanta determinación. La red de cineclubes gallegos, agrupada en la Federación de Cineclubes de Galicia (Feciga), se organiza para proyectar películas que, normalmente, no llegan a las grandes salas, bien por problemas de distribución, o bien porque su tirón comercial cotiza a la baja para los grandes exhibidores y distribuidores. Cine que navega por otro circuito y que llega más a la crítica que al público.

La paradoja de O Apóstolo, esa película de animación que coleccionó premios en festivales pero que no se podía ver en la gran pantalla –o se veía en pocos pases y a malas horas– sirvió de inspiración a Feciga para organizar a los doce cineclubes de Galicia e intentar poner en marcha una especie de circuito que proyecte películas por los puntos de la comunidad donde operan estas entidades. Hay cineclubes en Ourense, Carballiño, O Barco, Cangas do Morrazo, Goián, Pontevedra, Vigo, Vilagarcía de Arousa, Chantada, Lugo, Monforte de Lemos y Santiago.

Contexto preocupante

La experiencia del cineclube ourensano Padre Feijóo con la película de Fernando Cortizo, proyectando O Apóstolo cuando no encontraba hueco en las salas comerciales, llevó a Manuel Precedo, el presidente de Feciga, a presentar esta iniciativa.

En cierta forma, supone la constatación de que a las grandes salas, las que se despliegan por las ciudades y marcan la agenda cinematográfica común para la mayoría del público, llega una oferta de películas limitada. «Es uno de los grandes problemas del cine en la actualidad, además de la piratería y algún otro», apuntó Precedo. Desde la entidad que preside, se presentó hace unos meses un estudio que reflejaba el declive del circuito de salas, que han ido subiendo el precio de la entrada para intentar corregir la progresiva pérdida de espectadores.

Apuntaban en ese estudio que no sólo la crisis, el aumento del IVA o la piratería merma los ingresos de las salas. Y ahora apuntan alguna respuesta más, como la posibilidad de ofrecer otro tipo de películas.

‘Entreparadas’

Manuel Precedo manifestó la disposición de la red gallega para facilitar la llegada «a la gran pantalla» de películas que no tienen «canales de distribución y con responsables interesados en que las vean la mayor cantidad de personas posibles, y no sólo en cobrar subvención, lo que lleva a algunos a no preocuparse por la distribución posterior».

Y como prueba, los cineclubes actúan. Durante los meses de enero y febrero el documental Entreparadas, producido por la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico de Ourense (PAT), Jorge Coira y María Liaño, y dirigida por Toño Chouza; se proyectará en O Carballiño, Ourense, O Barco de Valdeorras, Vigo, Pontevedra y Lugo. Este recorrido, que arrancó el viernes en O Carballiño, podría ampliarse a más cineclubes en las próximas semanas.

Las entidades confeccionan su propia programación en cada ciudad y esta iniciativa viene a habilitarlas también como un canal por el que circulan películas que han encontrado el camino hacia las grandes salas lleno de obstáculos.

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