Room Mate pasa una factura de siete millones a Sandra Ortega

Rosp Corunna, brazo inversor de la heredera de Rosalía Mera, destinó 1,3 millones a corregir los desequilibrios patrimoniales de la cadena hotelera y otros 3,1 millones a reforzar sus fondos propios

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Room Mate, una cadena hotelera joven y en pleno proceso de expansión, tiene, por el momento, mejor imagen que finanzas. El proyecto que pilota Kike Sarasola le ha costado a Sandra Ortega algo más de siete millones en el último ejercicio. Las dificultades de tesorería de la compañía, que parece estar a punto de despegar, llevaron a Rosp Corunna Participaciones Empresariales, brazo inversor de la heredera de Rosalía Mera, a reforzar su patrimonio y fondos propios para allanar su proceso de crecimiento.

Las necesidades financieras, derivadas de dos ejercicios en pérdidas –el de 2012 y el de 2013– y de un periodo de inversión para ampliar el número de establecimientos, obligaron a Room Mate a realizar una doble operación. Por una parte, la sociedad realizó en mayo de 2014 una operación acordeón para «restablecer el equilibrio entre el patrimonio neto contable y el capital» en los límites que exige la Ley de Sociedades de Capital. Sandra Ortega contribuyó con 1,34 millones.

Un préstamo sin cobrar

Esa fue la primera inyección. Posteriormente, Rosp Corunna acordó con la cadena hotelera el vencimiento anticipado de un préstamo concedido a Room Mate, que se amortizó como una aportación a los fondos propios de la sociedad.

Como consecuencia de esta operación, el brazo inversor de Rosalía Mera anotó 3,1 millones en sus instrumentos de patrimonio, mientras que el resto del crédito, 7,17 millones, quedó totalmente deteriorado. Es decir, Rosp Corunna se anotó pérdidas de 7,1 millones, a los que hay que sumar una aportación a Room Mate de más de 4 millones en el último ejercicio.

En expansión

Rosp Corunna Participaciones Empresariales cerró 2014 con beneficios de 3,14 millones – 58,4 millones en 2013– y formula sus cuentas de forma consolidada en Rosp Corunna, el otro holding desde el que Sandra Ortega gestiona su imperio, incluidas sus participaciones en Zeltia e Inditex, así como sus inversiones en el ladrillo.

Por su parte, Room Mate se anotó pérdidas de 3,4 millones en 2012 y de 4,9 millones en 2013. Kike Sarasola siempre ha transmitido una imagen optimista sobre la marcha de la cadena. En una entrevista con EFE el mes pasado, el hotelero cifraba la facturación de la cadena en 47 millones, con una ocupación media muy elevada, del 85,9%.

La intención de la cadena era alcanzar los 30 hoteles a lo largo del año. Eso como mínimo, pues estaba en busca de opciones para su expansión, principalmente, en las grandes ciudades, en Latinoamérica y en EEUU. 

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