Reynés retrasa la junta de Gas Natural para dejarla a medida de los fondos

Francisco Reynés pide tiempo a los inversores: el objetivo, rehacer el plan estratégico garantizando retorno a los fondos para que lo apoyen

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Dos grandes fondos de inversión controlarán Gas Natural con el 40% en los próximos meses, cuando culmine la venta del 20% de Repsol a CVC, que no está cerrada pero sí bastante adelantada. Es probable que para la junta de accionistas que dibujará el futuro de la compañía ya sea así, porque Francisco Reynés prevé retrasarla al máximo precisamente para pulir el plan estratégico y enfocar la compañía a la rentabilidad, lo que exigen los fondos de inversión.

El nuevo presidente de Gas Natural no convocará a los accionistas a mediados de abril, como hizo el año pasado, o a principios de mayo, como en 2016. Apurará los plazos, y tiene hasta el 30 de junio. La razón es que quiere llevar a la junta el nuevo plan estratégico, y pese a que está prácticamente hecho, su autor es el ya ex consejero delegado, Rafael Villaseca, por lo que ya no vale. Si los accionistas hubieran aceptado el plan de Villaseca, no habrían pedido su cese.

Reynés tendrá, por lo tanto, que coger el plan estratégico y hacerlo suyo. O mejor dicho, del núcleo duro de su accionariado, que además de La Caixa –con el 24,4%, sigue siendo el primer accionista de la compañía–, lo forman los fondos. En concreto, GIP (20% comprado a La Caixa y Repsol), que ya provocó la salida de Villaseca, y probablemente CVC con otro 20%. Con el 40%, el peso de estos dos fondos, que ya conocen a Reynés y van a rentabilidad, será clave en el futuro de la compañía.

Reynés pone la creación de valor como primer objetivo de Gas Natural en esta nueva etapa

En la rueda de prensa de presentación de resultados de 2017, Reynés ya dejó claro que iba a imprimir su “visión de la compañía”, que entra en “una nueva etapa de transformación razonable”. Su visión se plasmará en el plan estratégico, añadió, que tendrá “la creación de valor como principal objetivo”.

El valor para los accionistas es lo más importante, después de cumplir por los pelos el objetivo de repartir 1.000 millones de dividendo. De hecho, lo ha logrado gracias a los extraordinarios de las desinversiones, pero con un perímetro algo más reducido, mantenerlo este ejercicio no parece tarea fácil. Y más si un ministro cabrea al sector y le provoca caídas en bolsa y tiene que convencer a un fondo que invierta en la compañía comprando el 20% de Repsol, que quiere salir.

Esto no se hace de la noche a la mañana. Y menos, en un sector nuevo para Reynés. Pese a que ya estuvo en Gas Natural, estaba en recursos humanos y fue alrededor de un año. El nuevo presidente de la gasista reconoció, en las preguntas respecto al negocio, que no estaba en condiciones de responder. Aun así, los accionistas le han dado todo el poder, puesto que no tendrá consejero delegado, por lo que confían en su gestión para recuperar su inversión.

Reynés pide crédito a los accionistas de Gas Natural

Consciente de lo que se espera de él, y de que no se hace en cuatro días, Reynés no se cansó de pedir tiempo: “Como he pedido a los inversores, quiero solicitarles una cierta paciencia”. “Por favor, un poquito de crédito. Un plan estratégico contempla muchas cosas”, reiteró. El plan se presentará coincidiendo en la junta, y subrayó que tiene de margen para celebrarla todo el primer semestre.

En el plan estratégico, Gas Natural dará pistas sobre posibles operaciones corporativas que, ahora, están congeladas. La posible fusión con la portuguesa EDP, para la que Isidro Fainé ya inició contactos, dependerá de la visión que imprima Reynés a la compañía. También así posible nuevas desinversiones, si bien la tarea de los últimos meses en este campo –red de gas, Italia, Colombia, Moldavia, etc.– ha sido intensa.

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