Reyes Calderón logra el final soñado a su novela negra del Popular

La escritora se convierte en la alma mater de la operación para acabar con los 12 años de Ángel Ron frente al banco

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La escritora Reyes Calderón se ha convertido en la auténtica alma máter de la operación para acabar, de manera fulgurante, con el mandato de Ángel Ron en la presidencia del Banco Popular. Y lo más curioso de todo es que fue el propio Ron quien, hace dos años, avaló la entrada en el banco de esta profesora vallisoletana, afincada en Pamplona, como vocal del consejo asesor internacional por su trayectoria profesional, en la que destacan ocho años como decana de la facultad de ciencias económicas de la Universidad de Navarra.

También fue el propio Ron quien, a la vista de sus méritos, propició que Calderón llegara al consejo del Popular el pasado abril a un puesto relevante, el de consejera coordinadora, desde el que, junto a su cargo como presidenta de la comisión de nombramientos, ha movido los hilos rápidamente para desbancar, primero al consejero delegado, Francisco Gómez, y, ahora, a su propio valedor

Calderón, un tanto fuera de foco en la cúpula del banco, se ha convertido en una exitosa escritora de novela negra. Tras dar a luz a sus nueve hijos en 18 años, se puso manos a la obra en esta faceta literaria, fruto de la que han sido publicadas ocho novelas desde el 2009, y con críticas de lo más dispar. Muy severas en los primeros textos, por falta de consistencia, y mejoradas en los últimos. Tanto que este mismo año recibía el premio Azorín por Dispara a la luna, su última referencia. 

Celo excesivo

Suele comentar Calderón que en todos sus relatos realiza un trabajo previo concienzudo con la escritura de numerosos bocetos. Nada que ver con la estrategia seguida en Banco Popular para descabalgar en un santiamén a la cúpula dirigente. La novelista vallisoletana se tomó con un celo –que algunos vieron como excesivo– el control, como consejera coordinadora, de los principales ejecutivos del Popular.

Llegaba Calderón al cargo a finales del pasado abril y tres meses después ya había logrado que, gracias a la búsqueda realizada por la empresa de cazatalentos Spencer Stuart, Pedro Larena sustituyera a Francisco Gómez como consejero delegado. Y, a partir de ahí, elegir a la misma empresa para buscar un relevo a Ron.  

Sonó con fuerza el nombre de Jaime Echegoyen, el presidente de Sareb, y también el de Emilio Saracho, uno de los tres vicepresidentes mundiales de JPMorgan Chase. Finalmente ha sido el elegido por Reyes Calderón para sustituir a Ron al frente del Popular. En este caso, y a diferencia de los que ocurre en sus novelas, no ha llegado la sangre al río y ha habido final feliz, de acuerdo con lo pergeñado por la autora –la consejera coordinadora del banco– desde el minuto uno en que accedió al cargo.

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