El sobrecoste del buque de Pemex mete en pérdidas a Barreras

El astillero entregó el flotel de Pemex con un exceso de coste de 4,4 millones, que sumado a la pérdida de subvenciones, lo empujaron a los números rojos

Botadura del flotel de Pemex en el astillero Barreras

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Hijos de J. Barreras perdió el año pasado tanto como había ganado hace dos. El astillero vigués cerró ejercicio con números rojos de 5,5 millones, frente a los seis millones que ganó en el periodo anterior. Fue cuando el flotel de Pemex, máximo accionista de la empresa, impulsó la cifra de negocio por encima de los 71 millones, un hito importante por dar continuidad al resultado de explotación positivo de 2014, el primero de rentabilidad desde que entrara en concurso.

Sin embargo, el ejercicio siguiente, cuando entregó el buque a la petrolera mexicana, el astillero fue en retroceso, con el exceso de coste del flotel pasando factura al balance. En la memoria de ejercicio, la empresa que dirige José García Costas explica que “como consecuencia de los costes no presupuestados en la finalización de dicho buque por importe de 4,39 millones, la sociedad ha tenido pérdidas de explotación significativas en 2016”.

No fue el único motivo de los números rojos, pero sí el más relevante en cuantía. El otro factor que empujó hacia abajo el resultado fue la pérdida de subvenciones. El astillero tenía pendiente de cobro una ayuda concedida por el Ministerio de Industria que acabó en los tribunales. La demanda de Barreras fue desestimada en sentencia del 23 de diciembre de 2016, por lo que procedió a dar de baja un importe de 2,3 millones.

Los tribunales tumbaron la demanda de Barreras para cobrar una subvención de 2,3 millones del Ministerio de Industria

La compañía finalizó el año con un fondo de maniobra negativo de 5,7 millones, pero sin excesivas preocupaciones. El contrato para construir el crucero de “ultralujo” de Ritz, el encargo más caro construído por el astillero si se obvian los grandes buques de marina, “generará flujos de explotación positivos y suficientes para atender a las obligaciones de pago”, especifica Barreras en su informe de gestión.

Al margen del prestigioso contrato con Ritz Carlton, para cuya financiación el Igape ha aportado 2,5 millones, la empresa olívica tiene la ventaja de que sus deudas a corto plazo son con partes vinculadas. Corresponden principalmente con los préstamos que han otorgado los socios y que vencen este año. Dos de los accionistas otorgaron un crédito por valor de dos millones con un tipo de interés anual del 5%, y concedieron un segundo préstamo por valor de 4 millones y un tipo de interés del 3%. Ambos vencen este año, si bien Barreras advierte que la liquidación de la deuda podría retrasarse de ser necesario para mantener una sólida posición de caja al afrontar el nuevo encargo de Ritz.

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