Repsol defiende que cumplirá el calendario de traslado a Langosteira pese a las pérdidas

La refinería de Bens trabaja a pleno rendimiento y con un margen que duplica la cifra de 2014

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Los bajos precios del crudo en el mercado mundial están pasando factura a la multinacional Repsol, que se ha visto obligada a incluir en sus balances una provisión extraordinaria de 2.900 millones de euros que podrá recuperar en los próximos ejercicios si las aguas vuelven a su cauce. En 2016 prevé reducir un 20% adicional las inversiones previstas y profundizar y acelerar el programa de desinversiones no estratégicas.

Afortunadamente para Galicia, los recortes no se llevarán a cabo en ninguna de las líneas de negocio que la compañía desarrolla en la comunidad, sino en la parte de exploración y producción, por lo que ninguno de sus intereses, como son la refinería y el traslado de sus instalaciones al puerto exterior de Punta Langosteira corre peligro. «No hay cambio alguno en nuestros planes», inciden desde Repsol.

Refino, disparado

En el documento que el pasado lunes remitió la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) con el avance de resultados para 2015, indica que el negocio de Downstream (refino, química y trading) ha compensado los efectos negativos de los menores precios del crudo y gas en el Upstream, registrando además un aumento en los volúmenes de ventas.

La refinería de A Coruña, con una capacidad de destilación primaria de 120.000 barriles/día, trabaja a pleno rendimiento y, junto con las otras cuatro del grupo en España, han constatado como en el último año aumentaba el margen de refino desde los 4,1 dólares por barril de 2014 a los 8,5 del pasado ejercicio, más del doble. Otro dato indicativo de la buena marcha de esta línea de actividad es que las descargas de graneles líquidos en el puerto coruñés aumentaron un 38% en el mismo período, convirtiéndose en el tráfico que más crece.

Sindicatos

Los representantes sindicales de la compañía también inciden en esta idea y niegan categóricamente que la empresa vaya a acometer recorte alguno en sus inversiones. Es más, confían en que siga apostando por mejorar el nivel de eficiencia de las instalaciones por medio de los mantenimientos periódicos y las pequeñas actuaciones para incorporar los últimos avances en materia medioambiental.

«Aquí no va a haber problemas. Esto de las provisiones es algo puntual hasta que el barril repunte», explica Víctor Ledo, de Comisiones Obreras. Juan Fernández, de UGT, también lo ve así. Él «no entendería» que la multinacional desistiese de invertir ahora que las situación flojea si en los últimos años «ganaban dinero a espuertas». Sin embargo ve bien que paren la exploración, ya que es una actividad más intensiva en capital y que «a lo mejor perforas y luego no encuentras nada». Es un riesgo que ahora no toca asumir.

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