Reganosa se convierte en transportista para competir con Enagás

La planta de Mugardos completa los cambios instados por la CNE y Bruselas, y pasará a ser el segundo operador del mercado nacional

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Reganosa ha dado un paso de gigante en su actividad que le llevará a convertirse de facto en el segundo operador en el mercado del transporte de gas natural, solo por detrás de Enagás. La compañía con sede en Mugardos ha completado ya los requisitos que le exigían tanto la Comisión Europea como la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para poder ampliar su actividad desde el propio negocio de regasificación y almacenamiento de gas natural al de transportista, con lo que se convertirá, según la nomenclatura del sector, en gestor de la red de transportes, una actividad que lideraba tradicionalmente Enagás, titular además de las plantas de regasificación de Barcelona, Huelva, Cartagena y el Musel, en Gijón.

Reganosa lleva desde finales de 2012 dando los pasos ante el regulador energético para combinar su condición de almacenista de gas y a la vez transportista. Para ello requiere autorización administrativa. De hecho, la compañía gallega hace valer sus activos dentro del mercado regulado, que no es solo la planta de regasificación de Mugardos, sino los gasoductos de transporte entre Mugardos, As Pontes y Guitiriz; el ramal a la central de ciclo combinado de As Pontes; las conexiones entre Cabanas y Abegondo, y entre Abegondo y Sabón, así como el ramal a la central de Meirama, que totalizan en su conjunto 130,5 kilómetros, de los cuales pertenecen a la red troncal del sistema gasista española unos 85,5 kilómetros.

Cambio de actividad

Como gestores de la red de transporte de gas se considera a aquellas empresas autorizadas para la construcción, operación y mantenimiento de instalaciones de la red troncal certificadas de acuerdo con los procedimientos establecidos en la Ley de Hidrocarburos.

Para atender a los requerimientos del expediente administrativo que cursa la Comisión Nacional de la Energía, la compañía ha tenido a afrontar dos cambios claves en su actividad. De un lado, el pasado 27 de julio inscribía en el Registro Mercantil la modificación de su objeto social, ampliando sus ejes básicos hacia las “actividades de regasificación, transporte básico y secundario y almacenamiento de gas natural”.

La actividad de la compañía también contempla ahora el “diseño, construcción, puesta en marcha, explotación, operación y mantenimiento de infraestructuras gasistas e instalaciones complementarias, así como actividades de aprovechamiento del calor, del frío y energías”, según la modificación estatutaria de su actividad.

Conflicto de socios

Pero Reganosa también ha tenido que salvar otro obstáculo. Y es que de acuerdo con la CNE, que emitió una resolución el pasado 4 de abril denegando la solicitud de certificación de la compañía como gestor del transporte de gas, “no resulta posible la autorización de la misma, salvo que lleve a cabo las acciones precisas para dar pleno cumplimiento del artículo 63.3.b) de la Ley de Hidrocarburos, que impide que una misma persona física o jurídica ejerza derechos sobre el gestor de la red de transporte y al mismo tiempo controle una empresa que lleve a cabo cualquiera de las funciones de producción o comercialización de gas natural”.

Reganosa, para poder certificarse como gestor de la red de transporte con separación patrimonial, “debía llevar a cabo las acciones necesarias para modificar las situaciones descritas”, según la CNE, “de forma que dos accionistas clave en la compañía, como son Gasifica (y sus accionistas, Gas Natural-Fenosa) y la argelina Sonatrach convirtieran sus derechos en Reganosa en meros derechos financieros pasivos compatibles la legislación sobre hidrocarburos”.

Salvar más obstáculos

Y ese paso también lo ha dado la compañía, según confirman fuentes de la empresa, al inscribir en el Registro Mercantil modificaciones estatutarias en cuanto “a la celebración de juntas generales” y “a la remoción y responsabilidad de los administradores”, limitando y excluyendo determinadas funciones. Tras la decisión de abril de la autoridad energética, la compañía presentó contra la resolución un recurso potestativo de reposición, a la vez que comenzó a articular los cambios estatutarios que le permitirán convertirse en un transportista de gas.

La compañía gallega salva así otro de los requisitos de su propuesta que tumbó la CNE y Bruselas inicialmente, “ya que no aceptaron la solución propuesta por Reganosa que consiste en prohibir a Gasifica y Sonatrach y a los miembros del consejo nombrados por dichas empresas ejercer sus derechos de voto en la junta de accionistas y en el consejo siempre que se adopten decisiones relativas a actividades de transporte, si bien se les permitiría ejercer sus derechos de voto cuando se traten otras decisiones no relacionadas con las actividades de transporte”. Con los cambios estatutarios, tanto ampliando su objeto social como modificando las responsabilidades de los administradores y sus derechos en el consejo, Reganosa ya tiene el camino despejado.

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